"Siempre es un placer empezar los actos recordando cuál es nuestro objetivo", así ha empezado su parlamento Pere Aragonès desde la abadía de Sant Miquel de Cuixà, donde se ha reunido con el resto de presidents de la Generalitat en un acto para conmemorar el 50.º aniversario de la muerte de Pau Casals. Cuando ha subido al altar del templo, el público ha empezado a clamar a favor de la independencia, y de esta manera ha respondido el president, el último en hablar después de Jordi Pujol, José Montilla, Carles Puigdemont (especialmente ovacionado) y Quim Torra. Todos ellos se han centrado en un aspecto de la figura de Casals, y al mismo tiempo han lanzado un mensaje político en este mes de agosto marcado por las negociaciones de la investidura de Pedro Sánchez. Y en el caso de Aragonès, este se ha centrado en su petición de amnistía y autodeterminación "más que nunca".
Nada más empezar su intervención, Aragonès ha lamentado que esta cumbre de presidentes en la Catalunya Norte sea un hecho excepcional y que se tenga que producir "fuera de los límites del estado español" por la presencia del president Carles Puigdemont. "Eso nos recuerda que tenemos un conflicto político pendiente de resolver, que no es por represión, sino por la negativa del estado español de permitir a Catalunya decidir libremente su futuro", ha lamentado el president de la Generalitat ante sus predecesores. "Es imprescindible que se avance en la resolución del conflicto político y que se avance en torno a una solución plenamente democrática para que este acto deje de ser excepcional y pase a ser una normalidad democrática". Minutos antes, el president Puigdemont había pedido seguir el ejemplo de Pau Casals y no buscar salidas personales.
Casals y la "defensa memorable de Catalunya"
Con respecto a la figura de Pau Casals, Aragonès ha recordado, como Montilla, su dimensión social, ya que el músico hizo "llegar el arte y la cultura a todo el mundo, independientemente de su capacidad económica". También ha puesto de relieve la represión y el exilio que sufrió el catalán más universal, "que desgraciadamente seguimos sufriendo en nuestro país", así como su compromiso en la defensa de la paz y la solidaridad. Centrándose en el discurso de la ONU, que la Universitat Catalana d'Estiu ha proyectado antes de los parlamentos de los presidents, Aragonès la ha definido como una "defensa memorable de Catalunya y sus instituciones en plena dictadura y una defensa de la concordia y la paz que hacen de Casals una figura extraordinaria". Como también ha sugerido el president Torra, si el contexto geopolítico hubiera sido diferente en aquel momento histórico, dominado por la guerra fría, Aragonès se ha mostrado convencido de que habría recibido el Premio Nobel de la Paz.