El president, Pere Aragonès, se ha reunido ya con los grupos que facilitaron su investidura y la aprobación de los presupuestos del año pasado, és decir, Junts per Catalunya, la CUP i los comuns, según han informado fuentes conocedoras de los encuentros. La última de las reuniones fue con Junts el miércoles de la semana pasada, el mismo día en que el Govern constató su soledad en el Parlament, donde vio como el resto de grupos, incluido los exsocios, tumbaban el Pla Estadístic de Catalunya, que había elaborado la conselleria de Economia, con Jaume Giró al frente.
Ahora sólo queda para celebrar la reunión con el líder del PSC, Salvador Illa, que se tendrá que hacer el viernes, dado que el miércoles y jueves el primer secretario de los socialistas estará en Bruselas, donde se entrevistará con tres comisarios europeos. El president ha convocado a estos grupos después de la ruptura del acuerdo de Govern con Junts, que ha dejado al ejecutivo con el apoyo de sólo 33 de los 135 diputados del Parlament.
La CUP primero
La primera reunión fue con la CUP, el viernes 9 de octubre y acudieron Dolors Sabater y Eulàlia Reguant; la segunda reunión fue con la líder de los comuns, Jéssica Albiach, el viernes 14 de octubre, que es la única que hasta ahora había trascendido después de que la filtraron los comuns; y el miércoles pasado se reunió con el secretario general de Junts y el presidente del grupo parlamentario de Junts, Jordi Turull y Albert Batet. Las tres reuniones se hicieron en el Palau de la Generalitat y duraron en torno a una hora.
"Han sido reuniones privadas todas", aseguran fuentes de la presidencia del Govern, que subrayan que "era importante convocar primero a los grupos con que se han llegado a grandes acuerdos previamente y con los cuales se tienen más cosas en común". Según estas fuentes han sido reuniones para abordar la situación política en sentido amplio y no centradas en un único tema.
En el caso de Junts, el president aplicado una especial presión y ha emplazado a mostrar "responsabilidad" en esta nueva etapa fuera del Govern. No obstante, Junts ya ha dejado clara su disposición a asumir un papel de oposición, aunque esto comporte tumbar proyectos que impulsaron sus consellers.