"No os podéis imaginar la emoción que tenemos con los consellers Comín y Ponsatí", ha asegurado el president en el exilio, Carles Puigdemont, al ser recibido a la entrada del emblemático estadio del USAP de Perpinyà entre gritos de president. Desde aquí, Puigdemont ha oficializado su llegada a la Catalunya Nord confesando que se siente "muy feliz de estar en tierra catalana" en la víspera de la manifestación organizada por el Consejo para República este sábado.

Al mediodía, había aterrizado en Carcasona y poco antes de las cuatro había colgado una imagen a su Instagram junto con la consellera Clara Ponsatí en Salses, en la llamada Puerta de los Països Catalans. No obstante, la primera aparición pública de Puigdemont ha sido en Perpinyà, donde ya resulta muy evidente por las calles la presencia de catalanes venidos para asistir mañana al acto.

Esta noche, Puigdemont ha seguido el partido entre el USAP y el Rouen, invitado por el presidente del Club, François Rivière. Al llegar, ha descubierto su nombre entre los que figuran en el llamado muro de las leyendas que preside el estadio y donde se intercalan los nombres de personajes conocidos con jugadores míticos del club.

Acompañado en todo momento por los consellers Toni Comín y Clara Ponsatí, ha asegurado que se trataba de un honor inmenso que se anadiera su nombre en el muro. "A través del deporte se pueden conseguir muchos objetivos", ha añadido.

El president ha entrado en la gradería, luciendo la bufanda del USAP, mientras sonaba la Estaca. No ha sido una excepción. Todos los partidos del USAP empiezan con la música de la canción de Lluís Llach. En medio del campo la mascota del equipo, un burro catalán, recibía a los jugadores con el equipación con las cuatro barras.

Miembros de la mesa de negociación

Puigdemont ha seguido el partido desde el palco, pero finalmente no ha hecho el saque de honor, como le habían ofrecido. En el palco también estaba el conseller Jordi Puigneró -el único miembro del actual Govern presente-, la diputada Elsa Artadi y el exjefe de la oficina del Presidente, Josep Rius, los tres miembros de la delegación catalana que negocia con el gobierno español en la mesa de diálogo.

Muchos de los presentes se han querido hacer selfies con Puigdemont, antes de empezar el partido. En torno al palco se han escuchado gritos de president durante la media parte cuando en el campo se bailaba una sardana y se han acercado a la parte frontal de la gradería algunos espectadores con esteladas.

Vuelta en el campo

Al acabar el partido, ha sonado Els Segadors por los altavoces mientras Puigdemont bajaba al césped. El president ha dado una vuelta al campo, saludando a una parte del público que se ha quedado dentro del estadio, muchos de los cuales hacían ondear esteladas. Al final, se ha encontrado con los jugadores del USAP y los ha acompañado al vestuario.

El acto de mañana del Consell per la República contará con la intervención de los tres miembros del gobierno en el exilio, mientras que el resto de exiliados y presos políticos intervendrán a través de un vídeo. Los que no protagonizarán ningún parlamento pero acudirán a Perpinyà son el presidente de la Generalitat, Quim Torra, los miembros del Govern de JxCat, así como todos los diputados en el Parlament y en el Congreso y los senadores de este grupo.

Antes de participar en este acto, Puigdemont y Torra serán recibidos en el Ayuntamiento de Perpinyà por el alcalde, Jean-Marc Pujol, que les ofrecerá una recepción oficial y firmarán en el libro de honor, y en el Consejo Departamental de los Pirineos Orientales, donde también la presidenta, Hermeline Malherbe-Laurent, les ofrecerá una recepción.