El cantautor Lluís Llach ha pedido que la conselleria de Salut eche a la enfermera catalanófoba que se niega a aprender catalán y que ha hecho un vídeo vanagloriándose de ello. Llach se ha mostrado indignado con esta actitud y ha pedido actuar. "Ejerzamos los derechos que nos quedan y echémosla fuera. Tan sencillo como eso", ha indicado.

Mientras tanto, el Col·legi d'Infermeres i Infermers de Barcelona (COIB) ha tildado de "inaceptable" el vídeo catalanofóbico. Tanto el hospital como el Departament de Salut han abierto expedientes. "La ley es muy clara en este sentido, y exige que los profesionales de la salud conozcan las lenguas oficiales del lugar donde trabajan", ha asegurado el COIB. La entidad se ha puesto en contacto con el hospital y con Salut para manifestar su "indignación" por el caso y pedir "explicaciones". Al mismo tiempo han exigido a los proveedores sanitarios que "garanticen el derecho" de los usuarios a poder utilizar su lengua.

El COIB, que estudia "llevar a cabo las medidas adecuadas" para evitar que se produzcan situaciones como esta, asegura que está "demostrado" que atender a la persona en su lengua "comporta beneficios para su salud y aumenta la adherencia a los tratamientos". Según recuerda el Colegio, entre sus funciones está el fomento del uso de la lengua catalana entre las enfermeras, así como garantizar que el ejercicio profesional se adecue a la normativa, la deontología y las buenas prácticas, y que se respeten los derechos y los intereses de los usuarios. De las 1.640 enfermeras que se colegiaron el año 2022 en Barcelona, 297 (un 18%) provenían de fuera de Catalunya, según los datos aportados por el COIB.

 

 

Por su parte, el president en el exilio, Carles Puigdemont, ha denunciado los repetidos casos de catalanofobia que se producen a Catalunya contra la lengua catalana, y ha propuesto que alguna televisión realice un seguimiento a alguna persona que practique un "mantengo el catalán", es decir que no cambie de idioma, para hacer la prueba del algodón de lo que está pasando. "El resultado sería aterrador", ha pronosticado, mientras se ha quejado de las cadenas que solo están pendientes de recibir el premio Ondas. "Un día en la vida de un catalanohablante cualquiera sería el mejor programa de telerrealidad que podría producir la televisión pública de nuestro país, en lugar de tanta risita fácil en castellano para que te aplaudan en Madrid y te den un Ondas. El resultado sería aterrador. Solo hay que poner cámaras a unas cuantas personas que han decidido vivir en catalán y no cambiar de lengua, y al cabo del día vaciar el contenido para ver qué les ha pasado como consecuencia de esta elección lingüística. Es decir, de utilizar la lengua propia del país", ha indicado.