Los discursos sobre inmigración de los partidos catalanes acostumbran a quedar desdibujados entre vagas declaraciones grandilocuentes. Para la mayoría de formaciones resulta más cómodo patinar encima de la superficie que adentrarse en unos conflictos de enunciados envenenados y soluciones complejas. Y la extrema derecha se atrinchera en este vacío rellenándolo de demagogia. ElNacional.cat ha querido plantear a representantes de los grupos del Parlament algunas de estas cuestiones que la corrección política -y la comodidad- de los partidos prefiere mantener en segundo plano. Pilar Castillejo (Ripollet, 1969) es profesora en Ciencias Físicas y ha dedicado su trayectoria laboral a la informática. Esta legislatura es diputada de la CUP, un cargo que ocupó durante unos meses en el año 2016. También ha sido concejala en el ayuntamiento de Ripollet.

Pilar Castillejo, diputada CUP / Foto: Carlos Baglietto

El president Salvador Illa ha dicho en reiteradas ocasiones que es catalán todo el mundo que viene a mejorar Catalunya.  Para vosotros ¿quién es catalán?
Quien reside en Catalunya. Creemos que la residencia ya te tendría que dar todas las garantías de ciudadanía y todos los derechos. ¿Por qué tenemos que pedir más a los que vienen de fuera que a nosotros mismos? A una persona nacida aquí no le pedimos que mejoren Catalunya. Si has nacido en Catalunya eres catalán, y si has venido y resides aquí también.

¿Una persona que viene a vivir en Catalunya se tiene que sentir catalán?
Yo creo que tiene que ser una aspiración para nosotros, que todo el mundo que venga aquí acabe conociendo nuestra cultura y se sienta tan acogido que se sienta catalán. Yo creo que no tiene la obligación, pero para nosotros tiene que ser a lo que deberíamos aspirar.

En los últimos meses cada vez más catalanes eso según el CEO, sitúan la inmigración como el principal problema del país, cuando años atrás, tenía un papel mucho más residual. ¿Qué ha pasado?
Las cifras no dan pie a que eso pase: ni tenemos más inmigración que antes, ni tenemos índices de criminalidad que demuestren que la llegada de personas sea un problema. Creo que estamos comprando un relato a la extrema derecha que está criminalizando la inmigración y la está culpando de todos los males. Los datos no lo demuestran y además, en Catalunya, tenemos una población con una tasa crecimiento mucho baja, si no fuera por esta llegada de personas, tendríamos un problema realmente difícil para sostener a la sociedad tal como la conocemos hoy día.

Si no fuera por la llegada de migrantes en Catalunya, tendríamos un problema para sostener a la sociedad tal como la conocemos

La percepción de la cifra de migrantes que viven en Catalunya es mucho más alta que la cifra real. ¿Por qué?
Yo creo que esta distorsión interesa a quien está criminalizando la inmigración, que es la extrema derecha que está buscando de qué manera critica a la sociedad actual y ha encontrado un elemento donde se pone el foco. Y se está comprando este relato y estamos mirando hacia allí. Es un discurso fácil decir que la culpa la tienen los que llegan, en lugar de realmente hacer un análisis de la sociedad y buscar quien tiene la culpa de este malestar estructural, si hay pobreza a que se debe, de analizar bien los problemas y apuntar hacia quien genera el conflicto, que es quien tiene un poder y no lo reparte. Es mucho más fácil apuntar hacia abajo y decir "estos tienen la culpa". Pero las cifras no responden a eso y está claro que lo que tenemos que hacer es mirar hacia donde se generan estas desigualdades que hacen que tengamos personas que tienen derechos diferentes de los nuestros. Tendríamos que mirar hacia arriba y no hacia abajo.

Pilar Castillejo, en el Parlament  Foto: Carlos Baglietto


En algunos estados de Europa se está prohibido que las niñas o adolescentes musulmanas lleven velo en las escuelas. ¿También se tendría que hacer aquí? 
Es un tema complejo porque chocan las libertades de las personas con la concepción feminista que tenemos nosotros de nuestra sociedad. Se tiene que ver desde todas las perspectivas y con un análisis que vaya mucho más allá de prohibir o no prohibir. Vamos a ver como integramos a estas niñas en esta sociedad y como hacemos que sus familias vayan avanzando también hacia comprender esta visión de feminismo y de una sociedad más igualitaria.

¿Se tienen que prohibir todos los símbolos religiosos a las escuelas?
Somos una sociedad laica. Cuando hablamos de religión tenemos que hablar de todas las religiones dentro de la escuela. Está claro que tenemos que avanzar hacia una sociedad laica que quiere decir no solo eliminar símbolos sino tratar la Iglesia de la misma manera que tratamos otras instituciones y, por ejemplo, que excepciones fiscales que tiene ahora mismo la Iglesia no existan. El foco lo tenemos que poner más hacia la Iglesia católica y no hacia el islamismo que no tiene este trato diferenciado y prioritario.

Tenemos que avanzar  en el reconocimiento de los derechos de todo el mundo en lugar de estigmatizar la manera en que van vestidas algunas personas

¿Consideran que el velo musulmán es un símbolo de machismo u opresión?
Creo que no es un símbolo en sí mismo, ni de machismo ni de opresión. Hemos de ir en dirección que la sociedad, aparte de cómo vayan vestidas las personas islámicas, qué comportamiento tienen, reconozca los derechos de todo el mundo. Creo que tenemos que avanzar hacia aquí, en lugar de estigmatizar la manera van vestidas algunas personas. Avanzemos hacia la igualdad de derechos de hombres y mujeres, independientemente del orígen étnico o como van vestidas.

¿Y los niqabs, los velos que también tapan la cara, se tendrían que prohibir?
Te diría lo mismo que para el velo musulmán.

Se han denunciado casos de familias que no dejan participar sus hijos o hijas en excursiones o actividades extraescolares. ¿Se tendría que permitir?
La educación en el ocio también forma parte de la educación y del currículum. No solo tendrían que participar todos los niños sino que también tendrían que ser gratuitas. Hay actividades que se tienen que pagar de manera extraordinaria incluso en la escuela pública. Lo que tenemos que garantizar es que todo el mundo, independientemente de su condición económica y de su origen étnico, pueda participar en aquellas actividades que forman parte del currículum de la educación en nuestras escuelas porque, además, eso nos ayuda a generar esta igualdad que es la base de la convivencia entre nuestras comunidades. Ahora, como las actividades se tienen que pagar no se pueden obligar. Si hacen una excursión a la playa, no te pueden obligar porque tienes que pagar aparte el autobús y el monitor... La educación tiene que ser pública en su conjunto, no solo el ocio sino también los comedores, el material... al final eso representa una diferencia entre el alumnado con capacidades económicas diferentes.

¿Hay un problema de integración en Catalunya?
Es importante que se trabaje para la integración. Este trabajo empieza en la escuela y en la vida en el barrio. Aquí es donde tenemos que trabajar para que exista esta cohesión social.

¿Qué políticas de integración se tendrían que seguir?
Creo que se tiene que dar mucha importancia a las aulas de acogida. Estos recursos que se dan para los alumnos con necesidades educativas especiales, esta integración necesaria, que muchas veces es porque llegan alumnos que no conocen el idioma y se tiene que hacer un apoyo con la escolaridad. Creemos que estos recursos por aulas de aulas de acogida tienen que estar muy bien repartidos, que lleguen a todas partes, porque a veces no es así. Y creemos también que esta separación con dos redes de educación, educación pública y concertada, no ayuda. El acceso de estos alumnos en las escuelas concertadas no es tan fácil en los municipios donde no se hace una buena distribución del alumno recién llegado. Avanzar hacia una única red de escuelas 100% públicas facilitaría mucho más que no haya estas discriminaciones, esta separación, esta falta de cohesión dentro del modelo escolar.

Que la residencia no sea garantía de todos los derechos genera problemas

¿Y con la personas que llegan cuando ya es cuáles políticas de integración se pueden hacer?
Que la residencia no te garantice todos los derechos genera problemas con el trabajo, por ejemplo. Que tú solo para estar aquí no tengas permiso de trabajo, provoca que estas personas puedan ser explotadas, que haya un mundo paralelo de explotación laboral, de trabajo en negro, algo que genera desigualdad y pobreza porque permites que haya gente que pueda ser explotada. Que personas que vienen con titulación académica sea muy complicado lo que puedan hacer la homologación de estudios. O que para acceder a la función pública necesites premisos. Eso también es una discriminación. Creemos que hay muchos elementos en que desde la administración podemos actuar para facilitar el trabajo, el acceso a la función pública, el voto, porque una persona para residir aquí tendría que tener el derecho al voto. Y todo eso ayuda a crear una sociedad mucho más cohesionada.

Hacen falta políticas públicas mucho más valientes y dejar de mirar hacia lo que marca la derecha en materia de inmigración

¿Se está yendo hacia esta dirección?
Creo que hacen falta políticas públicas mucho más valientes y dejar de mirar hacia lo que marca la derecha. En Europa, el auge de la extrema derecha hace que se estén aplicando políticas más restrictivas, políticas antiinmigración. Se tiene que hacer el contrario, generar políticas cada vez más de acogida para darle la vuelta a los discursos de extrema derecha y demostrar que si dejamos de tener ciudadanos de primera y de segunda, ka cohesión social existe.

 

No creo que se estén aplicando políticas racistas de manera generalizada pero hay comportamientos que se tienen que corregir

¿En Catalunya se está comprando el discurso de la extrema derecha?
Tenemos que eliminar actitudes racistas de la administración. Por ejemplo, cuándo la policía hace cacheos, para a las personas y discrimina por origen étnico.  No creo que de manera generalizada nosotros estemos aplicando políticas racistas desde la administración, pero sí que hay comportamiento que tenemos que corregir. Nos hace falta más formación en este sentido, igual que el feminismo parte también de formarnos Hace falta un cambio en la visión desde la administración pública, como en el recibimiento o el trato con las personas.

Pilar Castillejo, diputada de la CUP / Foto: Carlos Baglietto

¿Se ha cometido un error desde los partidos de izquierdas de dejar que sea solo la derecha quien hable de la inmigración?
Está bien que hablemos de inmigración y que hablemos de cómo la tenemos que integrar. Todo lo que tiene que ver con los derechos, su aceso... tenemos que poder hablar de ello. Pero lo más importante es hablar de cómo rompemos con las desigualdades, como hacemos políticas sociales que vayan dirigidas al origen de las desigualdades que se generan por este diferente tratamiento y este tener ciudadanos de primera y de segunda. Pero se tiene que hablar, porque hay cosas que se tienen que corregir.

¿En Catalunya hay un problema de racismo?
Hay un racismo estructural que forma parte de nuestra sociedad, igual que hay un machismo estructural. Existe y se tiene que combatir con mucha educación.

¿Ha ido a peor en los últimos años?
No. Hay partidos que apuntan hacía aquí para utilizarlo políticamente. No creo que como sociedad seamos más racistas. Al contrario, yo creo que a menudo nos ponemos un espejo y hacemos avances porque en general la sociedad catalana es una sociedad acogedora, que busca cohesión social. Otra cosa es que pongan en foco y que utilicen políticamente eso y genere un malestar. Pero no creo que seamos una sociedad racista, aunque el racismo estructural existe.

El catalán tiene que ser un derecho y ahora no lo es. Hay muchas personas que lo querrían aprender y no pueden

¿El catalán tiene que ser obligatorio para las personas que quieran venir de fuera a vivir en Catalunya?
El catalán tiene que ser un derecho y ahora no lo es. Hay muchas personas que lo querrían aprender y no pueden. También debe ser una obligación en algunos casos como para acceder a la función pública, para atender al público... Como administración ahora no estamos poniendo los medios necesarios para que quien quiera aprender la lengua lo pueda hacer. También se tiene que pensar cómo se puede hacer que desde el trabajo, la gente pueda acceder a estos cursos, ya que los tienes que poder hacer independientemente de tus condiciones laborales.

También hay mucha gente que hace 15 o 20 años que vive en Catalunya y que no lo ha aprendido. ¿Se tiene que hacer en estos casos?
Hablar en catalán. Lo que tenemos que hacer es hablar, favorecer que la gente lo aprenda, que para vivir en Catalunya sea necesario hablar en catalán. Pero eso también pasa para que seamos capaces de aplicar bien las leyes que ya existen, de rotulación, de atención, de etiquetado. La lengua forma parte de lo que somos. Que quien quiera aprenderla pueda y hagamos que sea necesaria. 

¿El crecimiento de la población migrante en el país está provocando una pérdida de la identidad nacional de Catalunya?
Hablar en temas identitarios es complicado. Me siento más cómoda hablando de cultura o sociedad catalana y yo creo que somos una sociedad acogedora, que la inmigración también genera riqueza cultural y que, por lo tanto, somos una sociedad más rica. Nuestra cultura se agranda con todo aquello que nos aporta la gente que viene de fuera. En lugar de identidad yo hablaría de sociedad catalana, de cultura catalana y de cómo la enriquecemos. La cultura es una cosa muy flexible, tenemos que ser capaces de no comprar estos marcos.

Un estudio sitúa que un 11% de los inmigrantes reciben ayudas del Estado. ¿Es mucho o poco?
Si tú comparas el porcentaje que recibe con el porcentaje que es la población migrante respecto de la general, ves que este está por debajo. Aunque llegan en condiciones mucho peores y en situaciones de mucho más vulnerabilidad, el porcentaje es más bajo. Es otra de las mentiras que se acostumbran a explicar y que son falsas. No es cierto que el destinatario de las ayudas públicas mayoritariamente sea la población recién llegada. Es una mentira a desmontar. Nos tenemos que explicar mejor, más claro. Tenemos que repensar como lo hacemos, porque ya se ve que hay una parte de la extrema derecha que con un discurso muy fácil gana un relato que tendríamos que ser capaces de darle la vuelta. Tenemos que poder explicarlo de una manera más fácil porque los datos demuestran el contrario. Repensemos como lo hacemos. ¿Si es una mentira clara y las cifras lo dicen, como puede ser que tengamos la sensación que es el contrario?

¿Se tiene que cerrar los CIES?
No podemos mirar hacia otro lado y consentir estos espacios donde se encierra la gente por el simple hecho de haber llegado sin haber delinquido, muchas veces con menos derechos que en las cárceles. Llegar a un país no es un delito. Me parece una aberración que todavía existan. No somos capaces de tener políticas de inmigración reales. Tenemos que crear no políticas anti-inmigración como se están haciendo, sino políticas de acogida.

Es una aberración que todavía existan los CIES . No somos capaces de tener políticas de inmigración reales

¿Catalunya tiene que tener todas las competencias en inmigración?
Sería una cosa buena, porque podríamos decidir cómo queremos actuar con las fronteras y por lo tanto, una de las primeras cosas que tendríamos que hacer es eso, cerrar los CIES.

¿Se tendría que hacer diferente con respecto a las políticas en inmigración adoptadas por el Estado?
Estas políticas no se pueden marcar solo a nivel local, porque las fronteras son europeas y el compromiso tiene que ser global, pero nosotros creemos que se tiene que adelantar ningún a entender el movimiento migratorio como un movimiento natural, hacia el respeto de los derechos humanos con políticas de acogida, con que la residencia sea garantía de derechos. Eso nos hará una sociedad mucho más cohesionada, que podrá avanzar mejor sin explotaciones, sin permitir lo que está pasando en muchas fronteras donde se vulneran los derechos humanos de manera brutal. Tenemos que ser conscientes de esta realidad y cambiar la mirada hacia las políticas migratorias y entenderla como una aportación de riqueza cultural, económica, hacia toda Europa.

¿La Generalitat tiene que poder fijar cuotas de reparto de menores extranjeros no acompañados?
La manera en que se trató este tema daba como pavor. Estábamos hablando de gente que tenía derecho a estar aquí, derecho a asil por lo tanto. Y el punto de vista tenía que ser siempre el de la persona que había llegado. Tenemos que pensar en dónde estará mejor recibida, donde tenemos recursos para poder recibirla, en lugar de marcar cuotas. No podemos hacer políticas públicas haciendo repartos, en el centro tiene que estar la persona.

¿Qué derechos y deberes tendrían que tener las personas recién llegadas?
A votar, a trabajar, a empadronarse y que eso te dé acceso al resto.