La empresa de moda francesa Pimkie, que tiene su sede ibérica en Barcelona, ha reconocido que no se plantea marcharse de Catalunya, aunque está esperando a que se solucione el conflicto político en el cual está inmerso Catalunya. A estas alturas estamos a la expectativa de ver todo lo que pasa. Esperamos que se imponga la cordura y el sentido común. Ahora no nos planteamos cambiar de sede y no hemos tomado ninguna decisión sobre el tema", ha asegurado Sergi Brunet, el country manager de la compañía en España y Portugal.

La firma de moda espera que el diálogo se imponga en esta situación, donde las dos partes están enrocadas, para intentar expandirse por la península Ibérica y que se llegue pronto a un acuerdo. "Personalmente espero que se llegue a un acuerdo satisfactorio para los dos bandos", ha explicado Brunet. En este sentido, la compañía espera abrir tres centros más, antes de que acabe el 2017, más los 7 que ya ha abierto en modelo de franquicia y 8 propios.