Gerard Piqué se defiende en los tribunales entre lágrimas. El empresario y exfutbolista del Barça ha declarado esta mañana en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Majadahonda como investigado por el contrato para trasladar la Supercopa de España a Arabia Saudí y ha negado que pagara al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales o a la propia RFEF por actuar como intermediario de los saudíes. Asimismo, ha rechazado que hubiera irregularidades en la comisión de cuatro millones anuales (durante diez años) que Kosmos (su grupo empresarial) pactó recibir de la empresa pública saudí SELA por el contrato que firmó la RFEF para llevar la competición al país árabe, según relatan Europa Press y EFE. El futbolista ha defendido su gestión, se ha mostrado orgulloso del contrato “más grande” de la historia de la RFEF y ha verbalizado que en “cualquier otro país” le hubieran “puesto una estatua”. Y al final de su declaración, ha roto a llorar: “Llevo tres años con un daño reputacional a nivel de prensa que nadie pagará”, ha afirmado.

Durante su comparecencia, que se ha alargado casi dos horas y en la que ha contestado a la jueza Delia Rodrigo, al fiscal y a su abogado, ha expresado que, inicialmente, el acuerdo con SELA fue “verbal”. En concreto, lo ha presentado como un “pacto de caballeros”. Más tarde, cuando la negociación se consolidó, propuso a SELA cerrar la posición de Kosmos y hablaron con la RFEF para conseguir dicha protección en el contrato a través de una cláusula que los saudíes finalmente admitieron. Además, ha apuntado que tuvo problemas para cobrar y que, para intentar solucionarlo, llamó a Luis Rubiales para que le ayudara. Ha verbalizado que cree que el entonces presidente de la RFEF habló con los saudíes sobre el asunto.

Justo ayer, su defensa aportó al juzgado quince facturas emitidas por Kosmos (su empresa) a la Federación de Fútbol de Arabia Saudí por un importe total de doce millones de euros, así como comprobantes bancarios y una cadena de correos electrónicos para acreditar la “normalidad de la relación contractual” y la “aceptación de los servicios de intermediación efectivamente prestados”.

Una investigación por corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales

Fue hace diez meses cuando la magistrada imputó a Gerard Piqué en esta causa, en la que también están investigados los expresidentes de la RFEF Luis Rubiales y Pedro Rocha, que declararon hace tiempo, por los presuntos delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales. Concretamente, la jueza mira con lupa una cláusula “esencial” por la que la Federación Española de Fútbol “trataba de garantizar el pago de la comisión de cuatro millones de euros anuales en favor de Kosmos, aun cuando esta empresa formalmente sería la comisionista de SELA”. Además, la jueza señaló que Piqué, cuando se firmó el contrato, era jugador activo del Barça, un equipo que jugaba la Supercopa de España.