El presidente José Montilla no se ha salvado de la pitada ni de los gritos. Su intervención en la Universitat Catalana d'Estiu ha estado marcada por los gritos a favor de la independencia. José Montilla ha subido al escenario entre gritos de independencia, para dar un repaso de la vida del músico catalán Pau Casals, poniendo el foco en su exilio y en su discurso ante las Naciones Unidas, citando algunos párrafos.

En este sentido, Montilla ha destacado que Casals hizo un gran trabajo para intentar acercar la música, su gran pasión, a las clases populares. El presidente Montilla ha acabado su discurso entre silbidos y gritos de independencia cuando ha reivindicado la democracia parlamentaria y una España plural: "Tengo la esperanza de que los que creen que solo hay una manera de entender España llegarán a aceptar que la diversidad es un valor que hay que proteger. La España homogénea y excluyente tiene que dar paso a una España fraternal". Unas palabras que no han gustado al público que lo ha despedido con gritos y silbidos.

El presidente Carles Puigdemont también está este lunes en la Catalunya Nord, donde participa en el acto de homenaje a Pau Casals. Justo aquí coincide con presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, Quim Torra, José Montilla y Jordi Pujol.

La intervención de Puigdemont

Si Montilla se ha centrado en alabar el trabajo que hizo Casals desde el exilio para defender la democracia y hacer llegar la música a las clases más populares, Puigdemont, como antes había hecho Jordi Pujol, se ha centrado en la tarea del músico para defender la lengua, siempre con mucha generosidad. "Pau Casals pronuncia este discurso en el tramo final de su vida, cuando ya no le hacía falta nada más y ya lo había hecho todo en términos artísticos y personales. Este discurso fue una aportación a la nación de los otros, a la de aquellos que vendrán para que salven la nación", ha destacado al presidente en el exilio con respecto al famoso discurso de Casals ante las Naciones Unidas.

Puigdemont, que ha eclipsado al resto de presidentes en esta cumbre que solo es posible todavía en la Catalunya Nord, también ha recordado a los asistentes el cambio de nombre del músico, que de madre nacida en Puerto Rico, era conocido como Pablo hasta 1932, cuando se cambió el nombre por el de Pau. "La gente se sorprendió y se preguntaba, ¿cómo puede ser que un artista se cambie su nombre?", ha rememorado el presidente, que ha alabado su decisión: "Lo hizo para señalar que desde el Decreto de Nueva Planta había un conflicto abierto, poniendo en riesgo su proyección internacional. Porque creía que su lengua, el catalán, se merecía ser tratada igual que el resto de lenguas del mundo".