El tercer cuerpo operativo de Catalunya se refuerza a partir de hoy con un plan operativo que ha sido 16 años cerrado en un cajón y que la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, ha puesto entre las prioridades de su agenda política. La creación de la dirección general de los Agentes Rurales fue el primer paso adaptar el Cuerpo a los retos actuales, dimensionar la plantilla, desplegar las categorías profesionales y reforzar la estructura técnica y administrativa.

"Es un plan esperado. Una deuda pendiente que los diferentes gobiernos del país que tenían", ha dicho la consejera Jordà en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Según Jordà, el Plan Estratégico del Cuerpo de Agentes Rurales, que se ha desplegar en cinco años, "permitirá dar un salto gigante para dotar al cuerpo de las herramientas necesarias y convertirlo en lo que es: una estructura de estado al servicio de los ciudadanos". Jordà destacó que "lo más importante del cuerpo es su capital humano. Unos agentes que viven su trabajo con pasión, con vocación y profesionalidad", y ha puesto de relieve el trabajo hecho, "a veces invisibilizada", que hizo el Cuerpo de Agentes Rurales en el gran incendio de este verano en la Rivera de Ebro.

El plan tiene dotación presupuestaria, por tanto, se empieza a desplegado de inmediato, y prevé la creación de 300 plazas nuevas de agentes y 50 de personal técnico. De hecho, el 15 de noviembre pasado se convocaron las primeras 50 plazas de Sub Inspector, 17 de las cuales son por personal externo. La previsión es que el refuerzo de personal quede cerrado en 5 años.

Actualmente hay 496 agentes. Pero el cuerpo había llegado a tener 527. Desde el 2009 que no se hacen promociones y la última vez sólo se incorporaron 30 efectivos. La falta de convocatorias, además, ha provocado un envejecimiento progresivo del colectivo y actualmente la media de edad es de casi 50 años. El PECAR también tiene entre sus objetivos conseguir una estructura organizativa más fuerte desplegando todas las categorías profesionales y grupos funcionales del Cuerpo y reforzar la estructura técnica y administrativa, y también revertir el deterioro de la flota de vehículos.

 

Foto: Carles Palacio

Después de ASPA, las armas

El Plan Estratégico del Cuerpo de Agentes Rurales 2019-2024, el PECAR incluye el reglamento de armas. La precaritetat en la que ha vivido el cuerpo los últimos años se vio agravada el 21 de enero con el asesinato de dos agentes por un cazador en Aspa. El doble crimen va saccejar la opinión pública, los Agentes Rurales, puso de relieve las carencias del tercer cuerpo operativo de Catalunya después de los Mossos d'Esquadra y los Bomberos y abrió el debate sobre si los agentes tienen que llevar o no armas.

Actualmente los Agentes Rurales llevan armas largas cuando tienen que hacer una colaboración de captura de animales y para las inspecciones de caza. Pero el debate es si el arma del cuerpo tiene que ser el arma corta y si se tiene que llevar siempre. El PECAR prevé la aprobación del Reglamento de Armas con la cual se pretende dotar y regular el uso de las armas por parte de los agentes rurales, así como las medidas de seguridad necesarias. Una vez hecha y aprobada el reglamento se abordara cuáles son las tareas que se tienen que hacer con el arma en función del riesgo.

Marc Costa, director general de los Agentes Rurales y Toni Mur, Agente mayor / Foto: Carles Palacio

Nueve puntos estratégicos

El incremento de los efectivos va asociado al despliegue de la estructura de mando. Los 300 nuevos operativos permitirán dimensionar el Cuerpo a las necesidades actuales y poder desplegar las diferentes categorías profesionales (agentes mayores, oficiales, subinspectores e inspectores), los grupos de apoyo (aéreos, marítimos, de montaña y de fauna y flora) y los grupos especiales (canino, de captura de animales, de colaboración con la administración de justicia, de venenos y antifurtivismo, y de cremas controladas). También prevé finalizar el desarrollo del Plan de Carrera en que actualmente se está trabajando.

El refuerzo pasa también por 50 plazas técnicas que tienen que dotar de más recursos y medios la dirección general, como las salas de comunicaciones, que permitirán dar el apoyo necesario a los agentes en el ejercicio de sus funciones.

Con la aprobación de una carta de los servicios que presta el Cuerpo, que incluya los compromisos adquiridos en términos de eficacia y calidad en su prestación, así como los diferentes mecanismos que tienen que permitir la participación de los ciudadanos para mejorar las prestaciones. También se prevé intensificar las campañas operativas que lleva a cabo el CARO, reforzar la presencia y vigilancia en los espacios naturales protegidos, el control y vigilancia de la pesca y la circulación motorizada, así como acabar de consolidar el programa de educación y sensibilización ambiental (eduCAR).

Se prevé una revisión y mejora de los diferentes procedimientos normalizados de trabajo, con el fin de mejorar la calidad de los servicios y reforzar la seguridad de las actuaciones.

El Plan prevé reforzarla potenciando la unidad de formación que permitirá, además, gestionar más adecuadamente el enorme conocimiento adquirido después de tantos y tantos años de servicio.

También está prevista la renovación de los vehículos de propiedad de que dispone el Cuerpo, con el objetivo de tener toda la flota de vehículos de renting, con el consiguiente ahorro económico en el mantenimiento y las reparaciones. Además se plantea la incorporación de nuevas tecnologías dentro de la operativa del CARO, como ahora drones o tablets o de la firma electrónica, y finalizar el despliegue de las dependencias territoriales y la adaptación de las ya existentes al dimensionado y funcionalidades futuras.

EL PECAR adapta el cuerpo a la normativa. El Reglamento de Armas con la cual se pretende dotar y regular el uso de las armas por parte de los agentes rurales, así como las medidas de seguridad necesarias, tanto la regulación de la situación administrativa especial de segunda actividad para aquellos agentes que tengan disminuidas sus facultades psíquicas o físicas necesarias para el ejercicio de sus funciones básicas, como la implementación de un plan de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres dentro del CARO y eliminar cualquier discriminación en razón de sexo, como la modificación del decreto de uniformidad para adecuar y modernizar el uniforme y el equipamiento a las nuevas tareas asumidas y el desarrollo de nuevos materiales.

Y supone un refuerzo a la visibilidad y capacidad de comunicación. Otro de los objetivos es mejorar la imagen y consolidar la identidad corporativa, así como consolidar las campañas de información y concienciación que lleva a cabo el Cuerpo, como las de la siega, de prevención de incendios, de protección de animales de compañía, de franjas de autoprotección o de control de equipos de aplicación de productos fitosanitarios, potenciando el uso de las redes sociales y creando una oficina propia de comunicación.