Sigue el goteo de audios del excomisario José Manuel Villarejo relacionados con la operación Catalunya. El presidente Artur Mas y la familia Pujol-Ferrusola eran el principal objetivo de la policía patriótica, tal como lo confesaba el mismo Villarejo a sus investigadores y socios de confianza. La persecución contra Artur Mas les llevó a buscar cuentas corrientes ocultas, investigar colaboradores, y según las nuevas informaciones, incluso, a sacar una supuesta hija ilegítima que le saqueaba los ahorros y así vincularlo con las supuestas cuentas bancarias de Mas en el extranjero. La clave de la nueva invención era culpar a los entonces líderes de Unió Democràtica de Catalunya, Josep Antoni Duran i Lleida y Ramon Espadaler, de haber filtrado la información, según se desprende de unos audios que avanza este viernes El Món.
Hija ilegítima de Artur Mas
En paralelo a las investigaciones sobre cuentas o fondos ocultos de Artur Mas, la policía patriótica abrió otra línea de investigación. Así pues, el objetivo era demostrar que Mas tenía una hija ilegítima. Para llevar a cabo esta investigación, uno de los comisarios preferidos de la policía patriótica, Enrique Garcia Castaño, alías el Gordo, estuvo más de un año. El 19 de noviembre de 2012 se produjo un primer encuentro entre Villarejo y el Gordo para hablar sobre esta cuestión, y el excomisario le exige que "dé ya los detalles". Mientras tanto, la policía mantiene los seguimientos en Mas, tal y como se puede escuchar en los audios donde hacen referencia al 24 de abril de 2013, cuando los policías Rafael Araujo y Rafael Girona —el segundo de Araujo en el Cuerpo Nacional de Policía (CNP)— siguieron a Artur Mas.
El director adjunto de la Policía, Eugenio Pino, vuelve a aparecer en escena el 23 de octubre del 2013, cuando le pide a Villarejo que le pase a García Castaño "los datos del testaferro de Mas". El gordo se pone en contacto con el excomisario porque le tiene que explicar novedades sobre una supuesta hija de Artur Mas. Villarejo le encarga la investigación en su mano derecha en Barcelona, al inspector del CNP, Antonio Giménez Raso, alías a Tony. Lo más surrealista es que Eugenio Pino pide a Tony que haga ver que la información sobre la hija ilegítima de Mas la ha filtrado Duran y Lleida o Ramon Espadaler, por las disputas que ya había a Convergència i Unió.
Fiestas en Formentera
La obsesión de la policía patriótica para ir por Mas era la idea de que era una especie de heredero de los Pujol. Así pues, el objetivo era difundir información financiera y personal comprometida para tratar de calmar las expectativas soberanistas de Mas. Esta persecución se demuestra a partir del 6 de noviembre de 2012, cuándo Villarejo se reúne con el exlíder del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho, y esta le pasa el teléfono de Mas y una presunta "lista negra de los independentistas".
El 10 de noviembre de 2012, Villarejo se encuentra con el empresario Javier de la Rosa en el bar José Luis de la calle Tuset, y relaciona al president con Felipe Massot, un constructor que también fue investigado por la policía patriótica, y con Philip Bollych, un financiero norteamericano que trabajaba en el sector bancario andorrano. Según explica de la Rosa, él mismo ha asistido a "juergas en Formentera con Massot y Artur Mas". En esta conversación, en la cual también estaba el entonces tesorero del PPC, Javier Basso, se habla de la época de Mas como concejal del Ayuntamiento de Barcelona y lo acusan de dar dinero a Massot para guardarlo en cuentas opacas.