Un informe de Plataforma per la Llengua sostiene que "no hay ningún impedimento legal" para la oficialidad del catalán en la Unión Europea y que se trata de una "decisión política" del Consejo de la UE. Así lo indica este documento, presentado este miércoles en Bruselas, que remarca que los tratados de la UE dan "amplia discreción" a los 27 para decidir qué lenguas son oficiales y que el catalán cumple todos los requisitos legales establecidos. En este sentido, el informe subraya que la ley comunitaria no tiene un "requisito explícito" que indique que el idioma tenga que ser oficial en todo el Estado para poder ser reconocido como oficial en la UE y pone el ejemplo del inglés, que no es la lengua oficial principal de ninguno de los actuales Estados miembros.
El escrito, elaborado por Karen McAuliffe, profesora de Derecho y Lengua en la Universidad de Birmingham, y por Takis Tridimas, profesor de Derecho Europeo y codirector del Centro de Derecho Europeo al King's College de Londres, remarca que el catalán ya tiene estatus oficial en el Estado, aunque indica que este requisito no está incluido en la "ley primaria de la UE". "Se puede concluir que esta condición es más una consideración política que el Consejo ha decidido de manera autónoma", destaca el texto. Un documento que Plataforma per la Llengua ha hecho llegar a los estados de la UE con el objetivo de convencerlos sobre la oficialidad del catalán.
La situación del inglés en la UE
Los autores exponen el ejemplo del inglés, que ahora mismo no es la lengua oficial principal de ninguno de los Estados miembros, después del Brexit y la consiguiente salida del Reino Unido de la Unión Europea. Este idioma solo tiene carácter oficial secundario en Irlanda y en Malta, donde está legalmente "subordinado" al maltés y al irlandés, un hecho que se podría comparar al que tiene el catalán en el Estado, según los expertos. "Eso hace del inglés un caso especial, ya que tiene el estatus de oficial en la UE y de lengua de trabajo, sin reunir las condiciones de estatus oficial en ningún Estado miembro con la misma claridad que el resto de lenguas," señala el informe de Plataforma per la Lengua.
También apuntan al ejemplo de la incorporación del irlandés al régimen lingüístico de la UE, la cual se ha hecho "gradualmente" y mostrando cierta "flexibilidad" de los Estados para "adaptarse" a las "diversas realidades lingüísticas dentro de la Unión". En este caso, aseguran que se ha abandonado la idea de "un Estado-una lengua nacional" teniendo en cuenta las "situaciones diversas". "Esta flexibilidad puede ser sorprendente si se contrasta con la rigidez mostrada en otras ocasiones, como la respuesta del Consejo en 2004 a la idea de dar al catalán el estatus semioficial", critican los autores, destacando que "cuando los intereses políticos están alineados, el marco legal de la UE muestra su capacidad de adaptarse".
Las consecuencias de negar la oficialidad del catalán en la UE
Además, el documento apunta que el Estatuto incluye la petición a las autoridades españolas de tomar "todas las medidas necesarias" para que el catalán sea oficial en la UE. "Es una condición única del catalán", indica el texto, subrayando que la "ley europea primaria tiene en cuenta la orden constitucional de los Estados miembros con respecto al tratamiento" tanto de las lenguas en los tratados como a la oficialidad en la UE. "Excluir el catalán de ser una lengua oficial sería una visión rígida y restrictiva contraria al principio europeo de multilingüismo y, como ha apuntado el relator especial de la ONU sobre minorías, Fernand de Varennes, supone una forma de discriminación según la ley internacional", afirma el documento.
Asimismo, advierte que negar la oficialidad al catalán tendría "consecuencias legales negativas", señalando que "implicaría la desoficialización del catalán en algunas áreas en su mismo territorio" y que se estaría dejando a los ciudadanos sin "el derecho a comunicarse con sus instituciones en su propia lengua".