La gestión de Barcelona en Comú al frente del Ayuntamiento de Barcelona ha sido nuevamente reprobada. Esta vez por la mala administración de las cuentas públicas que llevarán al gobierno municipal a hacer recortes, aunque los comunes, se empeñan en llamarlo "reajustes" o "reprogramaciones".
El primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello ha insistido en decir que es "indecente" e "ilicito" hablar de recortes aunque ha reconocido que, en el peor de los casos la pérdida de los ingresos por el impuesto de plusvalías, podría ocasionar una disminución del 1% del presupuesto para el 2019, es decir, unos 26 millones de euros.
Nuevamente ha apuntado hacia la Generalitat y el gobierno español a la hora de buscar culpables sobre las finanzas municipales: "la generalidad nos debe 360 millones de euros y el estado, sólo en transporte, 500 millones de euros", ha dicho.
Exigen "transparencia" y "verdad"
El portavoz del Partido Socialista, Jaume Collboni, que es quien levantó la liebre sobre la existencia de un documento interno que contemplaba un recorte de 107 millones de euros, ha pedido a la alcaldesa que aclare si el ayuntamiento " está o no en números rojos "y le acusó de" incompetente "para mezcla" los deseos de un programa electoral con la pura realidad del Ayuntamiento ".
Desde el Grupo Demócrata, la concejala Sònia Recasens ha dicho que el gobierno de los comunes genera "confianza cero y transparencia cero" y ha pedido a Colau que si el documento interno de los recortes está desfasado que enseñe el nuevo, el actualizado: "para qué no enseñan la contraorden? ¿Dónde están las nuevas instrucciones? ", preguntó.
Una petición que también ha hecho el líder de los republicanos, Alfred Bosch. ERC se ha preguntado "cuál es la magnitud de la tragedia" y "de qué mal hemos de morir". Exigió saber de cuánto dinero es este recorte y ha lanzado una advertencia: "O responden claramente o se impondrá la cruda realidad, que es que están pasando cosas. Es una evidencia que ustedes gestionan de pena.
Desde Ciudadanos, Carina Mejías han denunciado que con el gobierno de Colau los barceloneses no han hecho otra cosa que "perder y perder". "Son un fraude político y social y una ruina económica".
El Partido Popular ha criticado que a un año de terminar el mandato este gobierno "ha suspendido en transparencia, gestión económica, gestión presupuestario y confianza".
Toda la oposición, salvo Barcelona en Común que ha votado en contra, ha apoyado la creación de una comisión de seguimiento de las inversiones y gastos del Ayuntamiento de Barcelona.
También se ha apoyado a dos mociones de reprobación de la gestión municipal. Estas han recibido el voto contrario de los comunes y la abstención de la CUP.