El PNV ha cerrado este viernes la campaña vasca en un mitin en el parque del Arenal de Bilbao en compañía del secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull. Ha sido un acto de campaña en el que el presidente del partido, Andoni Ortuzar, ha querido chinchar a Bildu por las declaraciones de su candidato, Pello Otxandiano, en las que se negó a tachar a ETA de organización terrorista. "Nosotros nos presentamos a cara descubierta", ha espetado cuando se ha comparado con el partido de Arnaldo Otegi. Imanol Pradales, candidato de los jeltzales en estas elecciones, ha pedido el voto a los centenares de personas que han asistido al acto para tener cuatro años más de "progreso" en Euskadi.
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El acto ha arrancado con un 'gag' que los jeltzales hacen en cada arranque de mitin: dos personajes entran en el acto, mezclados entre el público y tienen una conversación en tono humorístico en el que van colocando algunos lemas del partido. Una vez ya ha empezado el acto, Pradales ha agradecido el apoyo recibido por Iñigo Urkullu durante la campaña, y se ha referido a él como 'maisu', que significa profesor de escuela. El caso es que el actual lehendakari —a quien le quedan pocos días en el cargo— fue maestro de EGB de quien, muy probablemente, pasará a ocupar la lehendakaritza después de reeditar el pacto de gobierno con el PSE. Haciendo paralelismos con su hobbie desde joven, el remo, ha pedido a los vascos que remen con él este domingo, con el fin de mantener al PNV como el partido hegemónico de Euskadi.
Urkullu ha recordado durante su discurso el momento en el que juró su cargo como lehendakari el 15 de diciembre de 2012 y el honor que representó para él. Aun así, ha reconocido que durante su mandato ha tenido que afrontar "momentos de gran dificultad". "Defendamos con orgullo todo lo que hemos conseguido juntos, juntas, y sigamos adelante con ilusión y compromiso", porque "tenemos mucho por hacer", ha asegurado, al tiempo que ha pedido a los vascos que apoyen de nuevo el proyecto de "futuro" de PNV.
El candidato del PNV ha sido acompañado por una delegación de políticos de otras formaciones. Aparte de Jordi Turull —el primer secretario de Junts per Catalunya solo ha hecho acto de presencia, no ha pronunciado ningún discurso—, también ha asistido a una representación de Coalición Canaria encabezada por Carlos Alonso. Han acompañado también al PNV a la vicepresidenta de Proposta per les Illes Balears, Xisca Mora.
"Presentarse a cara descubierta"
En su intervención, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha destacado que su partido no lleva "maquillaje para aparentar durante la campaña aquello que no es". "El PNV se presenta de cara a la sociedad, con la cara limpia, a cara descubierta", ha espetado cuando ha querido contestar directamente a una llamada que hizo este jueves Arnaldo Otegi invitando a los indecisos de votar al PNV para apostar por Bildu. "Nosotros no queremos tránsfugas; no chorizamos votos", ha aseverado el presidente del Euzkadi Buru Batzar.
"Nosotros le explicamos a la gente qué queremos hacer, cuál es nuestro programa y escuchamos lo que nos dice la gente, también todas las críticas sobre lo que no hemos hecho bien", ha continuado Ortuzar. El presidente del PNV ha concluido su discurso pidiendo el voto "en positivo" por su partido, con el fin de hacer "avanzar la nación" vasca.
La campaña vasca se ha envenenado en los últimos cuatro días por una respuesta que dio Pello Otxandiano, candidato de Bildu, cuando le preguntaron en la cadena SER si ETA fue una banda terrorista. No dijo que sí en ningún momento, y se refirió a la organización como "banda armada". PSE y PP lo han aprovechado estos últimos días para hacer sangre. El PNV, en un primer momento, prefirió desmarcarse, con el fin de "no enfangar la campaña", según han explicado a este periódico fuentes de la máxima capitanía de los jeltzales. Ha quedado claro, sin embargo, que el PNV ha cambiado de estrategia en los metros finales de la carrera electoral.
Habrá que ver qué impacto tiene el resbalón de Otxandiano en las urnas este domingo, en tanto que hasta ahora Bildu ha liderado las quinielas de la recta final de la campaña; si la sociedad vasca es inmune a la agitación del fantasma de ETA o si castiga la izquierda abertzale después de haber soñado con un sorpasso al PNV.