Noche de nervios en Sabin Etxea, la sede del PNV, desde donde la dirección del partido ha seguido los resultados de las elecciones al Parlamento vasco. El relevo del candidato no ha conseguido frenar el impulso de EH Bildu: a pesar de ganar los comicios por poco más de 28.300 votos, el PNV ha empatado a 27 escaños con los abertzales después de perder 4 diputados. En cualquier caso, el candidato nacionalista, Imanol Pradales, que hoy celebraba su 49 aniversario, podrá reeditar sin problemas el acuerdo de gobierno con el PSE con quien suma la mayoría absoluta, dado que los socialistas, con 12 escaños, han conseguido dos diputados más que hace cuatro años. Al margen del gobierno, el Parlamento que surge de estas elecciones presenta un perfil más nacionalista con 54 de los 75 diputados encuadrados en PNV y EH Bildu. En el recuento final, el PP ha aumentado un escaño, hasta conseguir 7; Sumar solo ha obtenido un diputado y Podemos ninguno, aunque la formación morada tenía 6 representantes en el anterior Parlamento. Vox mantiene un diputado.
"Hemos ganado las elecciones", ha proclamado Pradales cuando ha comparecido ante la prensa a las diez y media, una vez que se ha cerrado un recuento de infarto que en algunos momentos incluso había situado a Bildu por delante del PNV en número de escaños. El candidato ha anunciado que tratará de conformar un gobierno integrado por "personas de solvencia contrastada" y ha garantizado que defenderá los intereses de toda la sociedad vasca. "Lo daré todo por Euskadi, todos y cada uno de los días", ha asegurado.
Claro mensaje
Minutos antes había sido el presidente del partido, Andoni Ortuzar, quien había proclamado la victoria del PNV, y había admitido que el apoyo que han recibido esta noche tiene un "claro mensaje" que el PNV sabrá interpretar. "No defraudaremos esta confianza y nos dejaremos la piel", ha asegurado. Ortuzar ha admitido que los vascos han votado por un gobierno plural y ha sacado pecho a pesar de la pérdida de diputados, asegurando que es en los momentos de dificultades cuando los partidos demuestran su fuerza.
No obstante, ante los militantes, Ortuzar ha aconsejado a los peneuvistas que "no se les puede subir la victoria a la cabeza". Y es que la celebración de Sabin Etxea no ha sido fácil después de una noche que se ha hecho muy larga. Una hora después de cerrar los colegios electorales, el aún lehendakari Iñigo Urkullu ha entrado en la sede del partido por el parking para evitar las cámaras que esperaban en la entrada. A esa hora todavía no se habían hecho públicos datos del recuento, pero las encuestas dejaban claro el empate entre PNV y Bildu. En cuanto han empezado a saberse resultados, las imágenes de euforia que llegaban desde la sede abertzale contrastaban con la frialdad en Sabin Etxea, donde solo ha comparecido Itxaxo Atutxa, la presidenta del partido en Vizcaya, mostrando la satisfacción por la victoria en votos y por la participación.
Gobierno con el PSE
Había pocas dudas sobre la posibilidad de la reedición del gobierno entre PNV y PSE, dado que la ley vasca fija que el lehendakari se escoge en primera vuelta por mayoría absoluta, pero en segunda vuelta gana el candidato con más votos a favor y no hay posibilidad de votar en contra. No obstante, los resultados de esta noche representan un toque de atención muy serio al PNV, que constata como Bildu, que también ha comparecido con un candidato nuevo, Pello Otxandiano, ha conseguido construir una alternativa que desafía su histórica hegemonía política en Euskadi.
Los 75 escaños del Parlamento vasco se distribuyen en 25 diputados para cada provincia, a pesar de las grandes diferencias que separan a los tres territorios en población. El PNV ha aguantado en Vizcaya, donde a pesar de perder un escaño mantiene 11 y una diferencia de 11 puntos con Bildu, que ha obtenido 8 diputados. No obstante, los abertzales han conseguido el sorpasso en Guipúzcoa y Álava. Todo ello ha provocado que el resultado fuera tan ajustado que hasta las diez de la noche los militantes no han empezado a comparecer en la sede jetzale para intentar romper la frialdad de la noche electoral, con gritos de ari, ari, ari, Pradales lehendakari.
Los socialistas, que han concurrido con Eneko Andueza como candidato, han conseguido 12 diputados, dos más que hace cuatro años. El PSE se ha beneficiado de la caída del espacio de Podemos, que de los seis diputados que tenía, se ha quedado esta noche con un solo representante, que ha quedado en manos de Sumar.
La cuarta posición ha sido para el PP, que ha crecido un diputado, aunque su papel seguirá siendo irrelevante por lo que respecta a la gobernabilidad, y Vox ha logrado mantener un representante por la provincia de Álava.