Rotura confirmada en el bloque de la investidura de Pedro Sánchez a causa del impuesto a las energéticas. Después de una primera reunión sin frutos, Podemos liquida la mesa de negociación, que acordó con el PSOE a cambio de su apoyo al paquete fiscal, con la participación el resto de partidos y negociará de tú a tú con los socialistas, según puede adelantar ElNacional.cat. De la multilateralidad pasa a la bilateralidad viendo que Junts y el PNV plantaron la mesa de negociación la semana pasada y habían anunciado que tampoco asistirían a la segunda reunión, convocada para esta tarde. Podemos y el PSOE pactaron una “comisión negociadora” con la participación de “todos los partidos políticos necesarios” con la voluntad de conseguir el “consenso necesario” para dar luz verde a la prórroga del impuesto. El pistoletazo de salida fue el miércoles pasado, con la presencia del PSOE, Sumar, ERC, Bildu, Podemos y el BNG: el Ministerio de Hacienda reafirmó el compromiso de prorrogar el impuesto a través de un decreto ley y todas las formaciones implicadas se emplazaron a verse nuevamente este miércoles por la tarde. Pero la reunión no se producirá. La semana pasada, Junts alegó que el PSOE tiene “claro” su posicionamiento y el PNV renunció a participar en un “papelón” y esta semana han mantenido su negativa a asistir a ella.
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“Podemos acudirá a todas las reuniones que sean útiles para conseguir acordar un impuesto permanente a las energéticas”, justifican las voces moradas consultadas por este medio. Sin embargo, sostienen que la reunión convocada esta tarde “no tiene razón de ser” porque “todos los grupos parlamentarios que han confirmado su asistencia están de acuerdo en impulsar este impuesto”. “Hace falta que los representantes de las energéticas en el Congreso de los Diputados, Junts y el PNV, asistan a la reunión para avanzar en la negociación, tal como había comprometido al PSOE”, añaden. Y remachan que hasta que los juntaires y los jeltzales estén presentes, negociarán de forma bilateral con los socialistas, que “fueron los que se comprometieron a aprobar el impuesto a las energéticas a cambio del voto favorable de los morados a la reforma fiscal”.
La decisión de Podemos llega en plena guerra abierta entre los morados y el PNV. Justo este fin de semana, el presidente de la formación jeltzale, Andoni Ortuzar, consideraba que Podemos es un “partido tóxico para la continuidad” del Gobierno y lanzaba a la líder de los morados, Ione Belarra, que “le sopla” el País Vasco y exhibe un “maximalismo infantil y numantino en su disputa existencial con Sumar”. Días antes, Belarra había tildado al PNV y a Junts de “cachorros de Repsol”. Justo el miércoles, después de saberse la negativa de los jeltzales a asistir a la primera reunión, Belarra arremetió con dureza contra Aitor Esteban: “Parece que Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, no deja a Aitor Esteban ir a la reunión de negociación del impuesto a las energéticas aunque el PNV se había comprometido. Ya basta de partidos que solo defienden los intereses de los de arriba”, le lanzó. Y el PNV salió a X a replicar que “nunca” había dicho que iría al encuentro: el 21 de noviembre avisó de que “nadie” había hablado con ellos sobre el acuerdo entre el PSOE y Podemos y anticipó que fijaría una posición cuando se creara la comisión
El PNV nunca dijo que iría a esa 'comisión'. Esto dijo el PNV el 21-N. Pueden dar fe más de 170 periodistas que recibieron este mensaje a las 13:36 de ese día. Que digan ellos y ellas si miente @AITOR_ESTEBAN o si quien falta a la verdad (y al respeto) es @ionebelarra. https://t.co/9JJhWPHDEP pic.twitter.com/xg4rrHOjre
— Grupo Vasco (EAJ-PNV) Congreso (@EAJPNV_Congreso) December 11, 2024
Tres acuerdos paralelos del PSOE para salvar el paquete fiscal
Para encontrar el origen de la reunión de la semana pasada (que se convertirá en la única), nos tenemos que remontar al 21 de noviembre. El Gobierno necesitaba salvar el paquete fiscal que se sometía a examen en el Congreso de los Diputados y, para conseguir la cuadratura del círculo, selló tres acuerdos paralelos con Junts, con ERC y Bildu y con Podemos. El impuesto a las energéticas había quedado fuera de aquella ley ante la férrea negativa de Junts y, al mismo tiempo, era la exigencia de republicanos, abertzales y morados como condición para avalarla.
La última fumata blanca fue con Podemos, con quien los socialistas acordaron constituir la comisión negociadora para elaborar una proposición de ley. El acuerdo incluía, subsidiariamente, que si las conversaciones no fructificaran antes del 31 de diciembre, el Gobierno aprobaría un real decreto ley con la prórroga del gravamen a las empresas energéticas para el año 2025. Eso es, precisamente, lo que el PSOE había prometido a ERC, Bildu y el BNG tres días antes y también necesitará el apoyo de Junts. Asimismo, para mantener a los de Míriam Nogueras en la ecuación, Podemos reconoció en su acuerdo que la hoja de ruta trazada “tendrá que ser compatible con no gravar las inversiones que se comprometan con la descarbonización”, que era la demanda de Junts.
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El PNV no quiso participar en el “papelote” de Podemos: “Así no se discuten las cosas”
“El PNV no se siente obligado a tomar parte a las urgencias de Podemos de trasladar una imagen para justificar su apoyo irreversible a un paquete fiscal”, esgrimieron fuentes de la formación jeltzale para justificar su ausencia en la primera reunión. Las mismas voces recordaban que hace unos días habían avisado a Pedro Sánchez de que no avalarían un decreto ley que incluya un gravamen que eluda el sistema del Concierto Económico. “Nadie nos ha preguntado ni ha acordado con nosotros hacer esta reunión. No tiene ningún sentido juntarse para discutir un gravamen entre siete u ocho partidos políticos en una mesa abierta. Así no se discuten las cosas, y todavía menos teniendo la prensa justo en el otro lado de la puerta”, defendía más tarde al líder del PNV en Madrid, Aitor Esteban. “No me parece una buena estrategia, más allá de lo que algunos necesitan de cara a los medios de comunicación y propaganda. Por lo tanto, para hacer un papelote que necesita, sobre todo Podemos, pero también algún otro, no participaremos”, remachó.