Después de tres días de ocio en el mar, y de un viaje relámpago a La Zarzuela para comer con la familia real, el rey emérito Juan Carlos I no cree que hagan falta explicaciones. Incluso se ríe cuando los periodistas le preguntan: "¿Explicaciones de qué?". Una actitud que ha indignado a La Moncloa. Y todavía más a Podemos, que lo ha considerado una "humillación" y ha dado un paso más allá. El socio minoritario del Gobierno de coalición reclama explicaciones al actual jefe del Estado, su hijo: "Aunque quieran lavar los platos sucios en casa, si tu padre ha robado 56 millones de euros y ha huido, Felipe VI tendría que ser más transparente y honesto que su padre".
En estos términos se ha expresado María Teresa Pérez, secretaria de acción institucional de Podemos, que ha considerado el viaje una "humillación a todos los trabajadores que pagan religiosamente los impuestos y que han contribuido a su vida de lujo y la de sus hijos". En rueda de prensa, Pérez ha reprochado la falta de explicaciones, como se le exigía desde La Moncloa, y que incluso haya hecho "ostentación de su impunidad". Y la dirigente podemita ha remachado: "Cualquier español que defraudara 56 millones de euros a las arcas públicas entraría inmediatamente en la cárcel, excepto si tiene sangre azul por las venas".
En la misma línea, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha recordado que "esta persona no ha sido una persona cualquiera y sigue sin serlo, tiene responsabilidad como mínimo ética". El dirigente de Izquierda Unida se ha mostrado avergonzado por que mantenga su impunidad. "No se han tomado las medidas suficientes para garantizar que la monarquía rinda cuentas y que, si sucede algo así, se pueda impedir", ha denunciado.
La parte socialista del Gobierno no ha utilizado palabras tan gruesas, pero sí que ha lamentado que el rey emérito "ha perdido una oportunidad de dar explicaciones y pedir perdón". "Tendría que haber aprovechado esta visita para rendir cuenta de aquellas acciones que durante este tiempo hemos conocido y que no son compatibles con la ejemplaridad y la transparencia que se le exige a una institución como la Casa del Rey", ha asegurado la ministra-portavoz Isabel Rodríguez. No obstante, ha dejado a Felipe VI al margen: está haciendo un "ejercicio formidable para recuperar la transparencia y la ejemplaridad".
Encuentro en La Zarzuela
Después de un fin de semana de regatas en Sanxenxo, donde fue recibido con aplausos y ovaciones, Juan Carlos I ya está en La Zarzuela para reunirse con su hijo Felipe VI y su todavía mujer Sofía de Grecia (la semana pasada se cumplieron 60 años de su matrimonio, aunque también hace décadas que viven separados) y "otros miembros", según el comunicado oficial de la Casa del Rey, sin especificar cuáles. La gran incógnita es saber si se encontrará con su nuera, la reina Letizia y su nieta Sofía. Sea como sea, con los cuatro hace casi dos años que no se ven, ya que ellos, a diferencia de las infantas Elena y Cristina y sus hijos, no lo han ido a visitar a Abu Dabi, donde huyó en agosto de 2020 y no había vuelto al Estado hasta ahora, cuando la Fiscalía ha archivado todas las investigaciones sobre sus corruptelas. Este será seguro un encuentro más tenso que lo que ha vivido durante los últimos días en Galicia, alojado en casa de su amigo más fiel, Pedro Campos, y donde ha disfrutado de su principal afición, las regatas. Aunque algunos políticos, especialmente desde el independentismo y Podemos, han criticado su retorno impune, el PSOE se ha limitado a lamentar que no haya dado explicaciones y a dar su apoyo a Felipe VI, mientras que la derecha lo ha recibido con los brazos abiertos.