En una escuela oficial de idiomas de la ciudad de Oviedo se puede aprender inglés, alemán, francés e italiano, pero no catalán, vasco o gallego. Lo mismo pasa en Zaragoza, donde hay la opción de aprender ruso, pero no el resto de idiomas cooficiales en el estado español junto con el castellano. Igual que en Sevilla o León, donde, en cambio, sí que se puede estudiar chino y portugués, respectivamente. Este hecho no gusta a Unidas Podemos, que ha registrado una petición para que en todas las escuelas oficiales de idiomas de toda España quien lo desee pueda estudiar las otras lenguas cooficiales del estado. La proposición no de ley que ha registrado el grupo parlamentario confederal en el congreso se debatirá y votará el miércoles en la Comisión de Educación y FP para instar al gobierno de coalición, del cual forma parte el mismo partido, a llegar a un acuerdo con las administraciones educativas para garantizar el acceso al aprendizaje de las lenguas oficiales. Concretamente, proponen que, en el caso de las lenguas propias diferentes del castellano, "se abra la matriculación en las escuelas oficiales de idiomas y se garanticen los cursos en función de un número mínimo de alumnos".
Según los últimos datos, publicados el curso 2018-19 y que Unidas Podemos recoge a la hora de hacer esta petición, en el estado hay 449 centros, con 250.000 personas matriculadas para estudiar inglés, 53.000 para francés y 32.000 para aprender alemán, las lenguas con más alumnos. En cambio, solo 12 ofrecen el aprendizaje de lenguas oficiales diferentes del castellano en las autonomías que no tienen doble oficialidad, es decir, sin tener en cuenta Catalunya, el País Valencià, las Illes Balears, el País Vasco, Navarra y Galicia. Eso provoca, según el partido, que el fomento de los idiomas "no quede bien reflejado a la realidad, aunque lo dicte una ley". Unidas Podemos defiende que la motivación para aprender otras lenguas oficiales del estado, más allá del castellano, puede venir determinada por causas de enriquecimiento cultural y sensibilidad hacia los otros territorios, así como por causas surgidas por la movilidad laboral.
Aprender otras lenguas por sensibilidad y motivos laborales
En la propuesta, también hacen referencia al estudio de otras lenguas con interés cultural y social "reconocidas como lenguas propias" de sus autonomías, de acuerdo con los respectivos estatutos. En este marco, defienden, también caben, "hasta que se consiga su oficialidad", el asturiano y el aragonés. Más allá del aprendizaje por placer, sensibilidad o inquietud cultural, el grupo resalta que la movilidad por ocupación laboral también puede ser un factor determinante para aprender una lengua: "El acercamiento a otras realidades culturales comporta una garantía de empatía y riqueza que los ciudadanos saben valorar y que tiene que verse reflejada también en el acceso al aprendizaje de todas las lenguas de nuestro país, sean oficiales o propias", concluye el texto firmado por el catalán Joan Mena y Sofía Fernández Castañón.