Ha llegado la cuadratura del círculo. El PSOE y Podemos han alcanzado un acuerdo que permitirá que el paquete fiscal que se vota hoy en el Congreso de los Diputados reciba luz verde. Socialistas y morados han pactado impulsar una nueva proposición de ley que contenga un impuesto en las empresas energéticas. Para ponerlo negro sobre blanco, se constituirá una comisión negociadora en los próximos días con la participación de “todos los partidos políticos necesarios para aprobar esta reforma” con la voluntad de conseguir el “consenso necesario” para aprobar el impuesto. Si este consenso no se consiguiera antes del 31 de diciembre, el Gobierno aprobará un real decreto ley con la prórroga del gravamen en las empresas energéticas para el año 2025. Esto es lo que el PSOE prometió a ERC, Bildu y el BNG el lunes y que necesitará el apoyo de Junts. Eso sí, para mantener a los de Míriam Nogueras en la ecuación, los morados reconocen que esta estrategia “tendrá que ser compatible con no gravar las inversiones que se comprometan con la descarbonización”. A media mañana, la impulsora de la reforma fiscal, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha aparecido ante los medios de comunicación para verbalizar la voluntad del PSOE de “cumplir con todos los compromisos que va alcanzando con los diferentes grupos parlamentarios”. Un gesto público que ha acabado haciendo encajar todas las piezas.

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El primer desbloqueo llegó el lunes a última hora. Antes de votar el dictamen de la ley a la Comisión de Hacienda, el PSOE alcanzó un pacto in extremis con ERC, Bildu y el BNG: el compromiso de prorrogar el impuesto a las energéticas a través de un real decreto ley a cambio de su apoyo a la norma. Y, ya de madrugada, la votación salió adelante. Pocos minutos después, el Ministerio de Hacienda hizo un comunicado oficial reafirmando el acuerdo con Junts de “no gravar a las empresas energéticas que mantengan su compromiso efectivo de inversión para la descarbonización”. Parecía que María Jesús Montero había encontrado la solución para hacer conciliar todas las posiciones. Pero faltaba un actor para convencer: Podemos, que no tiene presencia en la Comisión de Hacienda. Los morados han mantenido las negociaciones abiertas hasta última hora. De hecho, la líder de los morados, Ione Belarra, menos de una hora antes de que se hiciera público el acuerdo, optaba por ser “discreta” en declaraciones a los medios de comunicación. “Ahora mismo no estamos en condiciones de anunciar ningún acuerdo”, reconocía en los pasillos del Congreso. Pero al final ha habido fumata blanca.

Ione Belarra ha intervenido en el pleno del Congreso antes de darse a conocer el acuerdo y ha estado pocos minutos después cuando Podemos lo ha hecho público. En declaraciones en la cámara baja, la secretaria general de los morados se ha felicitado por haber logrado un impuesto a las grandes energéticas. “Estoy satisfecha, después de tantísimas horas de negociación y un grandísimo esfuerzo”, ha celebrado. Y ha defendido que Podemos ha sido el único partido que “aguanta la presión mediática y política para defender lo justo”. “Se mantiene el impuesto a las grandes energéticas, que tienen beneficios exorbitados y contaminan de forma desmedida”, ha puesto de relieve el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, a través de Twitter.

Tras el acuerdo, la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, se ha limitado a apuntar en que este jueves se vota “lo acordado” con los juntaires y ha dejado los demás acuerdos para más adelante: “Si llegan, ya los valoraremos”. Un rato antes, en un desayuno informativo, el líder de ERC en Madrid, Gabriel Rufián, ha instado a Podemos a votar a favor de la ley y ha advertido que tumbar el paquete comportaría “consecuencias económicas y legislativas importantes”.

El PNV y Bildu no coinciden en el diagnóstico sobre el acuerdo Podemos-PSOE

Después de conocerse el acuerdo entre Podemos y el PSOE, el PNV y Bildu han reaccionado brevemente. “Nadie ha hablado con el PNV. Cuándo se cree esta comisión negociadora, el PNV verá cuál es la posición que fija a partir de la propuesta impositiva que se haga y a la posterior negociación”, han esgrimido fuentes de los jeltzales. Por su parte, los abertzales se comprometen a “seguir negociando y trabajando para alcanzar que las empresas sigan pagando lo que les corresponde”. “Nos alegramos de que finalmente todas las fuerzas de izquierdas se hayan sumado al acuerdo que llegamos el lunes con el Gobierno”, remachan fuentes de la formación.