La indignación en Podemos con la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, es máxima. Tanto es así que, desde la formación morada, han anunciado que presentarán una querella contra Batet por prevaricación al haber retirado el acta de diputado a Alberto Rodríguez, condenado por un delito de atentado contra agentes de la autoridad a una pena de prisión de un mes y quince días, que quedaba sustituida por una multa de 540 euros.
En el comunicado en el cual anuncian que emprenden acciones legales contra Meritxell Batet, Podemos manifiesta que la presidenta de la cámara baja "ha tomado la decisión de retirarle el escaño a Alberto Rodríguez de manera unilateral, contra el criterio de los letrados de la Cámara y de la Mesa del Congreso que se reunió el pasado martes y este jueves". Paralelamente, señalan que Batet "conoce la sentencia y sabe que la inhabilitación de Rodríguez era para ser elegido en unas próximas elecciones durante 45 días, lo que en ningún caso implica perder el escaño".
La decisión de denunciar a Batet por prevaricación la adoptan, explican desde Podemos, porque sostienen que la presidenta del Congreso "ha cedido ante la vergonzosa presión del Supremo y a la extrema derecha, hecho que hace un daño enorme a la democracia y a nuestro país".
Enfado en Podemos
La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, era una de las primeras representantes del partido lila al manifestar su decepción con la decisión de Meritxell Batet. De hecho, Belarra ya hablaba en su tuit de "prevaricación". Según Belarra, "Alberto Rodríguez fue condenado aunque las pruebas demuestran que él no estuvo allí". La ministra sostiene que "el objetivo era sacarle el escaño" y denuncia que "el Supremo presiona a la presidencia del Congreso para retirarle el acta aunque ambos saben que no es lo que dice la sentencia".
También ha hablado de esta cuestión Pablo Echenique, portavoz del grupo parlamentario de Unidas Podemos. Echenique subraya que "condenaron Rodríguez sin pruebas" y señala que "en la sentencia, no figura la retirada del escaño". Para él, "hoy Batet ha cedido a las presiones de Marchena y de la ultraderecha política y mediática que pedían sangre" y sostiene que la presidenta del Congreso "lo ha hecho a pesar del riesgo de prevaricar". Finalmente, lo ha calificado de "vergüenza".
Otra personalidad destacada de Podemos que ha hecho referencia a la decisión de Meritxell Batet es Pablo Iglesias, que ha asegurado que "como en la República de Weimar, el monstruo avanza con aliados". Iglesias ha señalado directamente a la presidenta del Congreso: "Contra el criterio de los letrados del Congreso y después de las presiones de Marchena y la derecha, Batet, que sabe que el juicio contra Rodríguez fue impresentable, le retira el acta de diputado".
Dentro de las filas socialistas, hay quien discrepa de lo que ha hecho la presidenta del Congreso. Odón Elorza, diputado del PSOE en la cámara baja, cree que es "desproporcionado y escandaloso que se prive a un diputado de su escaño por una pena del Supremo de un mes y medio de prisión, sustituida en la sentencia por una multa de 540 euros y acompañada de la inhabilitación".
Paralelamente, esta denuncia llega el mismo día que Podemos y PSOE también han protagonizado un duro roce con motivo de la reforma laboral. Esta mañana, desde las filas moradas exigían una reunión de urgencia para "revisar los compromisos de la coalición". Desde de Unidas Podemos, denuncian las "injerencias" de Calviño en la negociación de este proyecto de reforma del mercado laboral. Más tarde, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha salido en defensa de la vicepresidenta primera y ha negado "injerencias": "Lo que hay es colaboración, coordinación y aportación". Para Sánchez, la reforma laboral es "una reforma de todo el Gobierno" y ha aseverado que esta norma implica "a muchos ministerios".