El Día de la Constitución española, que se ha celebrado este lunes en el Congreso de los Diputados, ha servido para visibilizar, una vez más, las diferencias de la izquierda española. Por una parte, los socios pequeños de La Moncloa, Unidas Podemos, abriendo de nuevo el debate de la reforma constitucional. Por la otra, el mismo Pedro Sánchez, reivindicando el actual redactado, que "costó mucho" conseguir. Ayer mismo, en la víspera, la ministra Margarita Robles ya dejó claro que "la Constitución no necesita ninguna reforma" y que "le queda una vida muy larga". Un acto en el Congreso que ha estado marcado nuevamente por la ausencia de los partidos independentistas y nacionalistas.

El secretario de la Mesa por Unidas Podemos, Gerardo Pisarello, ha denunciado cómo la derecha "ataca y niega derechos fundamentales que el movimiento antifranquista consiguió inscribir en la Constitución". Pero no se ha quedado aquí, sino que ha exigido "cambios fundamentales de fondo" al texto constitucional, que blinden derechos sociales. Y ha puesto en cuestión la misma forma de Estado: "La única clave para las próximas generaciones que no la votaron es que puedan decidir libremente si quieren vivir bajo una monarquía obsoleta o una República".

En los mismos términos se ha pronunciado Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, que ha avisado de que la actual Carta Magna ha quedado como un "traje viejo". Ha planteado un triple reto: el democrático, el territorial y el social. En esta clave ha apostado por la reforma constitucional. Siendo consciente que la correlación de fuerzas es la que es, Asens ha asegurado que hará falta la "presión de la calle" para hacerlo posible. Tampoco se ha ahorrado reproches hacia el PP, a quien ha acusado de tener un "comportamiento sedicioso" por no renovar el CGPJ como mandata la Constitución.

En cambio, el presidente Pedro Sánchez se ha limitado a defender el texto constitucional actual, evitando hablar de reformas o modificaciones. En una breve declaración en la prensa, sin aceptar preguntas, el dirigente socialista ha reivindicado que la Constitución "nos trajo derechos, libertades, concordia, convivencia y la pertenencia a la Unión Europea". También ha recordado cómo "costó mucho" que llegara la democracia y que ahora toca "cuidar" la Carta Magna, "cumpliendo del primero al último artículo".

Batet: "Cuidar y mantener el pacto"

El discurso de la presidenta del Congreso, el único del acto, no se ha salido del guion habitual. Tampoco nada sobre una posible reforma constitucional. Mertixell Batet ha hecho en su parlamento un llamamiento a "actualizar y renovar el espíritu y el compromiso original" de la carta magna española, a más de "saber prolongar y desarrollarlo con nuevos acuerdos" que mantengan "la vigencia social diaria". Sin ninguna concreción pero claramente inteligible, la dirigente socialista también ha criticado que quien discute el cumplimiento del texto "pretende situarse por encima de este". Lo ha dicho dos días después de que se cumplieran tres años del mandato caducado del CGPJ. Batet también ha lamentado la "judicialización de la política".

El nuevo presidente del TC también habla

El acto de aniversario de la Constitución ha contado con un nuevo presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, que ha defendido que hay "muchas y muy buenas razones" para celebrarlo. Preguntado sobre una hipotética reforma de la Constitución, el magistrado no ha cerrado la puerta, aunque ha señalado que requiere de una "distensión política", dando a entender que no es el caso. Como catedrático en derecho constitucional, también ha señalado que hay que saber "qué se modifica, por qué y con qué criterios".