Varios medios españoles han organizado este martes una polémica (falsa) a raíz de la presunta prohibición del castellano en las habituales ruedas de prensa posteriores a la reunión del Consell Executiu de la Generalitat.

El asunto ha estallado cuando la consellera de la Presidència y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha sido interpelada en castellano sobre los pactos en el Ayuntamiento de Barcelona por dos periodistas al final de la rueda de prensa, momento en el cual se suele hacer un resumen en castellano de todo lo que se ha dicho hasta entonces.

Budó ha recordado la norma de la sala. La portavoz, durante la rueda de prensa, habla siempre en catalán. Los periodistas se le pueden dirigir en el idioma que quieran y, después, los medios pueden pedir un resumen en español de lo que se ha dicho en la rueda de prensa. Pero no pueden formular preguntas nuevas porque eso supondría realizar una nueva rueda de prensa.

Por eso, cuando se le ha preguntado a Budó sobre unas declaraciones en las que afirmó que se tenía que dar una "respuesta de país" si finalmente Ada Colau era investida alcaldesa de Barcelona, la consellera ha señalado que no respondería preguntas en castellano diferentes a las formuladas antes para "no hacer dos ruedas de prensa paralelas".

Operación de Estado

A pesar de eso, Budó finalmente ha acabado contestando las preguntas, ratificándose en que la posible reelección de Colau con los votos del PSC y de Manuel Valls, además de los de los Comunes, para cerrar el paso al independentista Ernest Maragall, es una "operación de Estado".