Desde el estallido de la guerra en Ucrania, las bromas telefónicas donde individuos anónimos se hacen pasar por políticos ucranianos y acceden a hablar con dirigentes del más alto nivel han proliferado por todo el mundo. En España, una de las víctimas ha sido el alcalde de Madrid, José Luís Martínez-Almeida. Por lo que se desprende de un vídeo que circula por las redes sociales este miércoles, el alcalde del PP habría caído de cuatro patas en la trampa de dos humoristas rusos, que se hacían pasar por el alcalde de Kyiv, Vitali Klitscko, todo capturando unas declaraciones muy comprometidas sobre Rusia. Parece que la broma es la misma destapada por los medios alemanes ahora hace un mes, y que el mismo Ayuntamiento acabó reconociendo, aunque se sospecha que los autores son el dúo cómico Vovan y Lexus, que ya consiguieron engañar a María Dolores de Cospedal cuando era ministra de Defensa. Sea como sea, las palabras de Almeida tildando a los rusos de "bastardos" y mostrándose a favor de "castigarlos en España y Madrid" han desencadenado un alud de críticas en Twitter, donde lo han acusado de xenofobia.
"Castigar a los rusos bastardos"
Almeida se mostró a favor de "castigar" a los ciudadanos rusos que viven en España por la guerra en Ucrania durante su llamada con el falso alcalde de Kyiv. Preguntado por los bromistas sobre la posibilidad de expropiar las viviendas de los magnates rusos y destinarlos a alojamiento para los refugiados de la guerra, el alcalde madrileño responde, con un inglés francamente precario, que está aplicando las sanciones europeas relativas a las propiedades de tenedores rusos, pero que su opinión personal sobre los ciudadanos de Rusia que viven en España es que "es necesario castigar a los bastardos rusos", tanto en el Estado como en la capital, y que están "luchando" para conseguirlo.
Deportar a los refugiados para que luchen en Ucrania
La polémica no acaba aquí. La otra parte del vídeo que también ha provocado rabia en las redes son los comentarios de Almeida sobre los refugiados ucranianos. Cuando los bromistas rusos le preguntan sobre la situación de los refugiados en el Estado español, engañándolo sobre los hombres que han huido de la guerra, el alcalde de Madrid se muestra a favor de devolverlos al frente: "Claro que sí, no creo que sea un problema. Madrid da apoyo a la deportación de ucranianos para que luchen". Y va aún más allá: "Madrid está en condiciones de ofrecer, si fuera necesario, transporte para deportar personas a Ucrania". En este caso, su reflexión no tiene mucho sentido, teniendo en cuenta que Ucrania prohibió la salida de los hombres de edad militar desde el inicio de la invasión, y que los desplazados por la guerra son, la gran mayoría, mujeres, personas mayores y niños.
Almeida cae de cuatro patas
Aparte de las declaraciones comprometidas, las redes han hecho befa del alcalde de Madrid por las sugerencias de los bromistas en las cuales se compromete sin pensarlo mucho. Destaca una performance en la cumbre de la OTAN en Madrid, donde el falso Klitscko dice que habrá una performance de activistas que embadurnarán "excrementos" mientras están desnudos, junto con el embajador ucraniano y él mismo. Almeida elogia su "valentía" y dice que no hay "ningún problema" por su parte y que el desnudo es "la mejor metáfora de lo que está pasando en Ucrania". Cuando los bromistas le proponen sumarse a la acción, Almeida contesta, con una expresión errónea en inglés, que "no está seguro de su físico" como para salir desnudo. A lo largo de la conversación, Almeida cae en cada una de las trampas que le ponen los bromistas, que lo hacen hablar sobre temas controvertidos como las mascarillas, la escritora Almudena Grandes, el Orgullo LGBTI, el coronavirus, el pelotazo que Almeida le dió a un niño... Quizás el momento más ridículo es cuando el falso alcalde de Kyiv le recuerda su explícito mote, "Carap*lla".