El policía español que el mes de julio de 2018 agredió al fotoperiodista Jordi Borràs, se enfrenta a una petición de dos años de prisión por los delitos de agresión con el agravante del delito de odio por motivos ideológicos.
Desde el momento de la agresión, Borràs estaba convencido de que el ataque se trataba de una agresión relacionada con algún elemento de la ultra derecha. Ahora, el diario Público explica que el policía agresor afirmó durante su interrogatorio ante el juez de instrucción (en octubre de 2018) dos cuestiones clave: que "no conocía de nada al señor Borràs" y que "no seguía la actualidad política de Catalunya".
Ahora bien, según ha podido saber el citado digital, el policía español sí que estaba al corriente de la actividad política de Catalunya, y lo demuestran diferentes mensajes en su cuenta de Twitter.
Además, el policía es, desde el mes de marzo de 2016, militante de Vox en Barcelona. Según consta en sus datos de afiliación a la formación de ultra derecha, el agente tiene el carné número 26.259 del partido.
El policía es militante de Vox desde dos años antes de que se produjera la agresión al fotoperiodista, y consta su inscripción a la formación doce días después de que Santiago Abascal fuera reelegido presidente de Vox con el apoyo del 98% de la militancia. En aquella reelección, la formación dio un giro claro hacia la ultra derecha.