Un presupuesto ambicioso, 30 millones de euros; un financiador principal, la Comisión Europea; y el colaborador más indispensable, la Policía Nacional española. Con estos tres ingredientes, se desarrolló el proyecto Mypol para la formación de la policía de Birmània, la misma que ha llevado a cabo un golpe de estado en su país que desde el pasado 1 de febrero ya ha matado a más de 600 manifestantes, hay 3.000 detenidos y 38 personas condenadas, según la Asociación de Asistencia a Presos Políticos, AAPP.

El Gobierno, implicado

El objetivo del proyecto español y europeo era la "reforma de la policía de Birmania basado en las mejores prácticas internacionales y el respeto a los derechos humanos". Es evidente que el objetivo del programa ha acabado siendo un fracaso porque las imágenes que hemos visto posteriormente a su formación, indican todo lo contrario. Además, el Mypol estaba supervisado por un organismo español, la Fundación Internacional y Para Iberoamérica De Admón Y Políticas Públicas, FIIAPP y justamente la presidenta de su patronato es la vicepresidenta Carmen Calvo y entre los vocales encontramos a la ministra de Exteriores, Arancha González Laya y el ministro de Defensa, Juan Carlos Campo.

En definitiva, el Gobierno está directamente ligado con el FIAPP con más de 89 proyectos, presente en 122 países y un presupuesto de 67 millones de euros. Desde el portal web del FIIAPP todavía constan los detalles del proyecto, donde incluyen a la Policía Nacional. Más hábiles han estado en los portales de la Unión Europea donde han borrado el enlace. El proyecto tenía una duración de cinco años pero su suspensión inmediata no ha sido detallada.

Captura de pantalla del portal del Gobierno, FIIAPP

Portal del proyecto Mypol de la Unión Europea

Escándalo europeo

El diario Libération ha entrevistado al exdiputado de Birmania, Maw Htun Aung y lamenta cómo "la policía de Birmania que ahora ha matado a la gente en las calles, ha sido formada por la UE con un proyecto pagado por todos los contribuyentes europeos". La publicación francesa destaca que la formación a todos ellos se hizo de "forma discreta, para no dejar ningún rastro y como si no hubiera existido nunca". No sólo España está involucrada, también de manera directa hay otros organismos de Francia, Suiza, Alemania e Irlanda.

El embajador español en Tailandia, Emilio de Miguel Calabia (a la izquierda), con el equipo del proyecto Mypol / Fuente: FIIAPP

En total, el programa sirvió para formar a 4.500 policías repartidos en campos para que aprendieran a controlar las grandes multitudes o llevaran a cabo investigaciones comerciales eficientes. El Libération también subraya que se proporcionaron miles de cascos y escudos siguiendo la normativa europea que acepta ofrecer este material si es para finalidades humanitarias o de protección. La definición que dieron del programa es: "Transformar a la policía birmana enseñando las mejores prácticas internacionales y el respeto a los derechos humanos". El resultado, tal como define Htun ha sido a la inversa: "No quiero culpar a los europeos pero hicieron un trato con el diablo".

En paralelo, las consecuencias que vive este país se multiplican. El Programa Mundial de los Alimentos (PMA) de la ONU alerta que hasta 3,2 millones de personas se encontrarán fregando el hambre en Birmania en los próximos seis meses a causa de la crisis desencadenada después del golpe de Estado. La falta de acceso a los alimentos está aumentado drásticamente en el país a causa del golpe militar y las consecuentes protestas contra la junta, lo que se une al debilitamiento de la economía causada por la pandemia de la Covid-19.

Protestas en Birmania contra las fuerzas del Estado / Fuente: EFE

Foto principal: miembros de las fuerzas armadas participan en un desfile durante el 76.º Día de las Fuerzas Armadas en Naypyitaw, Birmania, el 27 de marzo de 2021.