La policía española irrumpió en las puertas de la sede de la CUP el 20-S sin ninguna orden judicial, ni tampoco de la Fiscalía y lo hizo después de estar espiando los movimientos de sus militantes el día antes.
Hoy, un año después, se hace público el informe policial en el cual ha tenido acceso El Nacional.
El mismo día que la Guardia Civil registraba la conselleria de Economía y varias dependencias de la Generalitat, y detenía a 14 altos cargos del gobierno, la gran mayoría de ERC y el cerebro que preparaba el referéndum, la policía española irrumpía en la sede de la CUP.
Los llamamientos espontáneos que hubo aquel día hicieron que una parte de manifestantes se concentraran en torno a la sede de la CUP para impedir que el CNP entrara dentro con resistencia pacífica.
La policía preparó un dispositivo de urgencia, torpe, y sin los permisos legales que hacían falta, para incrementar la escalada de presión contra el referéndum que se estaba viviendo aquellos días.
Requisaron carteles del 1-O y otros materiales que no tenían nada que ver con el referéndum, como los carteles y pegatinas "Movemos-nos, remunicipemos el agua", petos de voluntarios o sombreros con la inscripción "Sí, vivir quiere decir tomar partido". Se llevaron buena parte del material de la campaña del sí del referéndum que tenía a la CUP, como carteles, pancartas y banderolas.
Todo sin autorización.
El informe admite que no hay permiso explícito, sino que la policía se coge a la instrucción de la Fiscalía del 8 de septiembre que dice que hay que investigar los hechos en torno al referéndum porque son delictivos.
Y con esta premisa el CNP despliega una investigación alrededor de la lagar.
El 19 de septiembre los espía. El resultado de la investigación son imágenes de militantes y colaboradores de la CUP entrante a la suyo el material de la campaña electoral. Y eso hace que al día siguiente, apuntándose a los cacheos que ya estaba haciendo la Guardia Civil, el CNP hiciera una demostración de fuerza.
La vigilancia empieza a las 8h y a media mañana llega el coche que descarga los carteles. A lo largo del informe la policía describe con todo detalle los movimientos de un responsable de la CUP que entra y sale del local y que abre, también el local de CERCA. Lo describen con todo detalle: "se muestra con actitud espectante", dice el informe del joven que esperaba el coche, y hasta explica cómo regalaron un cartel a un turista.
Llegan hasta tres coches, que la policía rebusca en sus archivos para determinar de quien sueño. Son tres coches que descargaron los carteles a plena luz del día entre las 12:30h y las 13h, que descargó en la puerta de la sede de la CUP los carteles para votar "sí" al referéndum del 1-O.
Eso hizo activar el dispositivo del 20 de septiembre a la sede de la CUP. El informe también explica como después de entrar sin autorización y requisar el material, la policía decidió quedarse en las puertas del local.
Según el informe policial, la intención era entrar y requisar el material que se sospechaba que había dentro pero como fueron muchos manifestantes, con el fin de garantizar el orden público decidieron marcharse.
La policía española estuvo 7 horas delante la sede de la CUP, cortando la calle e interceptando a los militantes, entre ellos varios diputados, que tenían que entrar o salir de la sede. Llegaron a las 13h y no se marcharon hasta las 20h. La concentración se desconvocó a las 21h.