El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha ratificado la sanción impuesta por la Policía Nacional a un profesor de la academia policial de Ávila por utilizar sus clases para difundir ideología de extrema derecha y todo tipo de teorías conspirativas. En el expediente abierto por el cuerpo policial se recoge que el profesor negaba el Holocausto en clase y encargó a sus alumnos, futuros policías, un trabajo para demostrar que detrás de los CDR "se encontraba Rusia".

La justicia avala dos de las tres sanciones impuestas por la Policía sobre este profesor. Concretamente, los jueces han confirmado las dos relativas a la difusión de las ideas e ideología durante las clases, anulando la última sanción, en la que se lo acusaba de no llevar la mascarilla en el aula cuando era obligatorio. Según informa elDiario.es, el formador presentará un recurso ante el Tribunal Supremo. El profesor ya cumplió la sanción inicial que le impuso la policía española, 35 días de suspensión; sin embargo, ya vuelve a dar clases.

¿Qué explicaba en sus clases?

Aunque llevaba 20 años ejerciendo como formador en la academia de policías de Ávila, la primera denuncia internaba llegó en el año 2021. No fue un alumno quien se quejó del contenido de las clases, sino dos profesores, también policías. Los dos agentes denunciaron su comportamiento anómalo en relación con un trabajo de una alumna sobre el atentado del 2011 en el que el ultraderechista Anders Breivik mató a 77 personas en la isla noruega de Utøya. La nota del profesor sancionado era demasiado baja y, además, había discutido con la alumna porque, según este profesor, Breivik no era un terrorista de extrema derecha, sino "un masón".

De esta primera queja se abrió un expediente que ha acabado mostrando cómo el profesor utilizaba las clases para difundir ideología de extrema derecha y todo tipo de teorías conspiranoicas. Por ejemplo, el formador sostenía que el Holocausto no había existido y lo habría llamado Holocuento. También negaba la existencia de la covid-19 y se hacía eco de discursos de extrema derecha como, por ejemplo, que Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, era una mujer trans, y se refería a ella como Begoño.

Su ideología impregnaba sus clases, ya que encargó a sus alumnos que realizaran un trabajo para demostrar que detrás de los CDR "se encontraba Rusia". Eso lo pidió cuando el caso todavía estaba bajo investigación de la Audiencia Nacional. Según informa elDiario.es, sus propios compañeros han declarado que el formador era "una persona antisemita, con simpatías ideológicas por el partido nazi y su líder, además de ser ultracatólico". De hecho, algunos de sus compañeros han acusado al profesor de gestionar una cuenta en Twitter de perfil nazi.