El representante del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi, ha reiterado la oposición del grupo de liberación saharaui a que el Sáhara Occidental se integre plenamente en Marruecos como una autonomía, una vía para resolver la cuestión saharaui que ha cogido fuerza recientemente y que han afianzado Rabat y la Moncloa este miércoles como la más "realista", durante la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al estado norteafricano para reunirse con el monarca Mohamed VI. En un comunicado remitido a EFE, el representante diplomático del Polisario ha señalado, como respuesta a la visita diplomática, la reclamación histórica del movimiento: autodeterminación e independencia para el Sáhara Occidental.
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El Frente de liberación saharaui ha denunciado que España y Marruecos basan sus relaciones bilaterales en las "vulneraciones sistemáticas de derechos humanos que Rabat comete impunemente en el territorio ocupado del Sáhara Occidental", lo que, señalan, "compromete gravemente la posición del gobierno de España". En la nota de prensa emitida, el Polisario lamenta que "España renuncia definitivamente a la asunción del rol prominente que le correspondería en el proceso de descolonización del Sáhara Occidental", teniendo en cuenta, señalan, su "condición de potencia administradora" del territorio, que hasta 1976 fuera colonia española.
El Polisario, añade el comunicado, considera que la buena relación entre los dos países "no puede erigirse con base en la obstaculización del efectivo ejercicio del derecho a la autodeterminación e independencia del pueblo del Sáhara Occidental". "Una vez más, Sánchez ha perdido la ocasión de devolver al gobierno de España a un posicionamiento oficial alineado con el Derecho Internacional en relación con el Sáhara Occidental y el legítimo derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación e independencia".
Para el Frente Polisario, "aunque Sánchez insista en considerar la propuesta de Marruecos como 'una base realista', eso no altera de ningún modo la naturaleza jurídica de la cuestión del Sáhara Occidental, teniendo en cuenta que se trata de un proceso de descolonización inconcluso y, por lo tanto, tiene que regirse por lo que se establece por el Derecho Internacional, en un proceso político en el seno de Naciones Unidas así como de la Unión Africana". Marruecos, por su parte, ocupó el territorio saharaui a partir de 1976, con la retirada española, y considera el Sáhara Occidental como sus provincias meridionales, de las cuales no contempla desprenderse,
Una autonomía, la vía "más realista" para Sánchez
En la visita de este miércoles a Marruecos, durante la reunión con el rey Mohamed VI, Sánchez ha reiterado el apoyo a la propuesta conjunta firmada entre los dos en 2022 en Rabat, en la que el Gobierno considera el plan de una autonomía del Sáhara Occidental dentro del Marruecos como la solución "más seria, realista y creíble" para la resolución de un conflicto vigente durante décadas. Por su parte, el rey Mohamed VI ha agradecido este miércoles al presidente español la postura "constructiva e importante" de España sobre el conflicto del Sáhara Occidental y ha afianzado el compromiso con la "hoja de ruta" conjunto que iniciaron en abril del 2022.
Giro de Sánchez con el contexto migratorio de fondo
El territorio saharaui, antigua colonia española, fue ocupada por Marruecos en 1975 y se produjo una lucha armada que continuó hasta 1991, cuando se acordó un alto el fuego para llegar a un acuerdo de referéndum. Este acuerdo nunca se produjo, por discrepancias con el censo, y la escalada del conflicto político llevó a una ruptura del alto el fuego noviembre de 2020. En el contexto del reto creciente por la migración no regulada en la frontera entre España y el Marruecos en Ceuta y Melilla, el gobierno de Pedro Sánchez propició un acercamiento con el Reino del Marruecos para mejorar las relaciones y se ha alejado poco a poco del Sáhara Occidental, cosa que el Frente Polisario ha llegado a calificar de "traición". El delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi, afirmó en enero del 2023 que Marruecos utilizaba la inmigración para presionar el Gobierno y que este "cedió a los chantajes".