La experiencia, a menudo, es un factor clave. Por eso el Catalonia Global Institute (CGI) ha organizado esta semana una charla en línea sobre el "30.º aniversario de la independencia de Eslovenia", protagonizada por el exministro de Exteriores esloveno Dimitrij Rupel, que fue miembro del gobierno que proclamó la independencia del país el año 1991. Su conclusión es clara: "Nunca tenéis que olvidar que los catalanes sois una nación. En Eslovenia, una vez que la idea de que éramos una nación se volvió fuerte, el resto vino rodado".

Durante la charla, celebrada el pasado martes 21 de diciembre, Rupel ha compartido puntos clave de la independencia eslovena, como el diálogo con la comunidad internacional. "Antes de ser formalmente reconocidos, mantuvimos conversas con Alemania, Austria, los países bálticos e, incluso, Rusia", ha señalado.

La comunidad internacional

Igualmente, esta comunidad internacional no dio demasiado apoyo. De hecho, "al principio, los países de la Europa occidental y los Estados Unidos favorecieron la idea de una Yugoslavia unida". Pero eso cambió: "Después de proclamar la independencia y que la Eslovenia independiente aguantara, tuvieron que aceptar que Yugoslavia se había acabado".

Igualmente, con respecto al apoyo externo, Rupel ha concretado que "si los eslovenos no hubiéramos podido ayudarnos, organizarnos, nadie nos habría podido ayudar". En este sentido, los retos por Eslovenia no se acaban: "Ahora tenemos que enfrentarnos a la idea de que Alemania haga de la UE una federación, pero esta idea no suena a los países de Europa central y oriental. Estamos para la soberanía".

Crítico con el estado español

Finalmente, Rupel ha cargado contra el estado español y su persecución de los líderes independentistas: "Empecé a dudar sobre si España era un país democrático cuando vi colegas y amigos yendo a la prisión por sus ideas". Y en este punto es donde ha concluido que los catalanes "nunca se deben olvidar de que son una nación". "En Eslovenia, una vez la idea de que éramos una nación se volvió fuerte, todo vino rodado", ha finalizado.

Hay que recordar que Rupel fue una de las cincuenta personas que en enero de este año firmaron el manifiesto Dialogue for Catalonia, promovido por Òmnium Cultural y publicado tanto en The Washington Post como The Guardian. Un manifiesto que era a favor de la amnistía de los presos políticos catalanes y del derecho de autodeterminación, donde los firmados lamentaban la judicialización del conflicto político en Catalunya: "Ha comportado una represión creciente y ninguna solución".

 

Imagen principal: El exministro de Exteriores esloveno Dimitrij Rupel / Catalonia Global Institute