Los líderes políticos de extrema derecha son los que más bulos difunden a través de las redes sociales en comparación con los políticos de los partidos tradicionales o de extrema izquierda, según un estudio de la Universidad de Ámsterdam que demuestra que amplificar la desinformación actualmente es una parte básica en la estrategia de la extrema derecha. Petter Törnberg, de la Universidad de Ámsterdam y coautor del estudio con Juliana Chueri, de la Universidad Libre de Ámsterdam, ha asegurado que “los populistas de extrema derecha usan la desinformación como una herramienta para desestabilizar democracias y obtener una ventaja política”. Y añade que los resultados del estudio muestran la “necesidad urgente de que los responsables de las políticas, los investigadores y la ciudadanía entiendan y aborden cómo se entrelazan las dinámicas de la desinformación y el populismo de extrema derecha”.

Millones de tuits y enlaces

La investigación analizó cada mensaje publicado en Twitter entre 2017 y 2022 por todos los diputados de 26 países que tenían cuenta en esta red social. Del total, 17 son miembro de la Unión Europea, incluidos los más poblados —Alemania, Francia, Italia, España y Polonia—, pero también dirigentes del Reino Unido, Estados Unidos y Australia. El estudio analizó 32 millones de tuits de 8.198 diputados, y comparó el conjunto de datos con bases de datos internacionales de ciencias políticas que tienen información detallada sobre los partidos políticos correspondientes. Para completar el trabajo, los investigadores extrajeron información de servicios de seguimiento de bulos y verificación de datos que dio un total de 646.058 enlaces, cada uno de ellos vinculado a una clasificación de veracidad basada en la fiabilidad de su fuente, y comparada con 18 millones de vínculos compartidos por los diputados. Una vez recaudada esta información, los investigadores crearon “un marcador de veracidad” para cada político y cada partido, basándose en los enlaces que ellos mismos habían compartido en Twitter.

Los datos demostraron de manera evidente que el populismo de extrema derecha era “el mayor factor de propensión a difundir desinformación”, mientras que los diputados de centroderecha, centroizquierda y los partidos descritos como populistas de extrema izquierda figuraban como no ligados a esta práctica. Los partidos de extrema derecha como Alternativa para Alemania (AfD), Agrupación Nacional (RN) en Francia y el Partido por la Libertad holandés (PVV) han conseguido importantes victorias políticas en Europa en los últimos años e incluso, gobiernan en varios países. Sin embargo, los investigadores han detallado que los datos no se han podido ampliar, ya que Twitter, ahora X en manos del multimillonario Elon Musk, ya no ofrece estos datos.

La desinformación en redes

Otras investigaciones recientes señalan que la mayoría de gente no consume ni comparte desinformación, sino que esta acción se concentra muy particularmente en unos grupos electorales determinados. Según el estudio, en la mayoría de las campañas de los líderes de extrema derecha destacaban las “ideologías excluyentes y la hostilidad hacia las instituciones democráticas”. En la otra cara de la moneda, los investigadores sitúan a los líderes de la extrema izquierda en las reclamaciones por agravios económicos, mientras que el énfasis de los populistas de extrema derecha en las quejas por cuestiones culturales y su oposición a las normas democráticas son un “terreno fértil” para la desinformación, según los autores del estudio.

El estudio también destaca la “relación simbiótica” entre los populistas de extrema derecha y los “medios alternativos”. El autor Petter Törnberg ha afirmado que “los populistas de la derecha radical han sido eficaces creando y utilizando ecosistemas de medios alternativos que amplifican sus puntos de vista”. Precisamente, estos “ecosistemas” aumentan la desinformación y facilitan la creación de movimientos populistas de extrema derecha. Y concluyen que este acto refuerza sus mensajes ideológicos y crea una sensación de comunidad entre los votantes y provee de un contrarelato en los medios de masas.