Los políticos quedarán relegados de la cabecera de la manifestación. Después la polémica por la posible presencia de Felipe VI o Mariano Rajoy al frente de la protesta, todos se han puesto de acuerdo para evitar el conflicto: en primera fila irán miembros de los servicios de emergencias y otros colectivos ciudadanos que ayudaron a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils, que dejaron 15 muertos y más de un centenar de heridos. También tendrán un papel destacado las entidades y organizaciones que, de una manera u otra, trabajan contra la xenofobia y el racismo y a favor de la integración y la cohesión social.
Sin embargo, esta ausencia de la cabecera será compensada por una amplia representación política e institucional, que desembarcará desde todo el Estado español. Representantes de todos los partidos políticos, a derecha e izquierda, independentistas y unionistas, harán una demostración de unidad política. A poco más de un mes para el referéndum, será una tregua antes de volver a empezar el curso político, antes de encarar un mes de septiembre que se espera intenso. Todavía no se sabe si ocuparán una segunda o tercera cabecera. Pero no se parecerá a la manifestació del 11-M, en plena crisis política por las "dos líneas de investigación", que fue encabezada por el entonces príncipe Felipe, Aznar y las infantas.
En este caso, la delegación del Gobierno español estará encabezada por el presidente Mariano Rajoy, que ha aplazado un acto en Pontevedra al domingo. Lo acompañarán la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro del Interior Juan Ignacio Zoido, la de Sanidad Dolors Montserrat y la de Defensa María Dolores de Cospedal. También estará el delegado en Catalunya, Enric Millo.
De hecho, el gobierno español ha anunciado este miércoles que, ante el interés de las autoridades de diferentes administraciones del Estado por participar, se organizará "un dispositivo de transporte para facilitar los traslados y movimientos de estas personas".
Por ahora, también han confirmado su asistencia once presidentes de comunidades autónomas, la mayoría socialistas: el valenciano Ximo Puig, la balear Francina Armengol, el vasco Iñigo Urkullu, la navarra Uxue Barkos, la andaluza Susana Díaz, el aragonés Javier Lambán, el asturiano Javier Fernández, el manchego Emiliano García-Page, el extremeño Guillermo Fernández Vara, el cántabro Miguel Ángel Revilla y la madrileña Cristina Cifuentes, aunque no tenía previsto hacerlo por no haber recibido invitación oficial.
Habrá otras autoridades políticas, como la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; el comisario europeo de Acción para el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, o los presidentes del Congreso de Diputados y el Senado, Ana Pastor y Pío García Escudero.
De todos los partidos
Además de la representación institucional, también habrá una importante representación política. En el caso del PP, habrá al menos tres de los cinco vicepresidentes del partido: Javier Arenas, Andrea Levy y Javier Maroto. También el presidente del PPC, Xavier García Albiol; el coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo; los portavoces en el Congreso y el Senado, Rafael Hernando y Xosé Manuel Barreiro, y una amplia representación de diputados y senadores, la mayor posible.
Por su parte, la delegación del PSOE estará encabezada por Pedro Sánchez, Miquel Iceta y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Habrá otros dirigentes socialistas, como la vicesecretaria del partido, Adriana Lastra; el secretario de organización, José Luis Ábalos, así como la mayoría de miembros de la comisión ejecutiva federal y los secretarios generales de las federaciones del partido.
Ciudadanos ha confirmado la asistencia de su presidente, Albert Rivera, así como la de sus líderes en Catalunya y Barcelona, Inés Arrimadas y Carina Mejías. También estarán presentes representantes del partido en otras ciudades, diputados en el Congreso y el Parlament, y miembros de la ejecutiva nacional de la formación naranja.
Todos los partidos catalanes participarán de la convocatoria en rechazo del terrorismo. También lo hará la CUP, la asistencia de quien había atraído la mayoría de focos. Lo hará "al lado de la gente".
Los reyes, incógnita
Los reyes españoles todavía no han confirmado su presencia en la manifestación del sábado en Barcelona, aunque la polémica se ha producido igualmente. Cuando era príncipe, Felipe VI encabezó la manifestación contra el 11-M el año 2004 en Madrid. Lo hizo en representación de la Casa Real, porque que el entonces rey Juan Carlos I no asistió.
La polémica la abrió la CUP, cuando afirmó que ellos no estarían al lado del Rey o Rajoy, a quienes consideran "responsables indirectos" de los ataques por su relación con Arabia Saudí y Qatar, países que "financian y ayudan a fortalecer Daesh". Horas más tarde se sumaron Esquerra Repulicana y los comuns. Finalmente, todos los partidos han acordado dar un paso atrás para evitar una manifestación marcada por la polémica.
Si finalmente deciden participar, que todavía hoy es una incógnita, al menos saben que no podrán encabezar la manifestación, un lugar reservado para los servicios de emergencia y los colectivos ciudadanos que ayudaron a las víctimas. A pesar de eso, los políticos, desembarcados desde todos los puntos del Estado español, se dejarán ver por Barcelona. No por Cambrils o Ripoll, donde también hay manifestaciones convocadas.