El congreso de Junts ha funcionado con una muy alta unanimidad en el debate político, pero no así en el debate sobre funcionamiento interno. La tensión entre los diferentes sectores se ha concentrado esta tarde en la ponencia organizativa, donde los partidos fijan el control del aparato. Si por la mañana esta ponencia había conseguido preservar el acuerdo sobre reparto de poder interno que pactaron Laura Borràs y Jordi Turull en el congreso de Argelers, por la tarde la tensión se ha disparado. Las competencias sobre la coordinación de la política municipal se han convertido en el nudo del debate y hamn provocado un enfrentamiento entre el secretario de organización, David Torrents, y la presidenta de la comisión, Violant Cervera. Dicho de otra manera, un enfrentamiento entre el sector afín a Borràs y el de Turull.
El texto de la ponencia organizativa dejaba en manos del secretario de organización las competencias sobre coordinación municipal mientras que el acuerdo de Argelers las habría situado en la órbita del secretario general. Finalmente, con el objetivo de no perder la coordinación municipal y ante el enfrentamiento que se ha vivido esta tarde a la comisión organizativa, los partidarios de Turull han mantenido una enmienda según la cual esta competencia quedaba en manos directamente del secretario general.
"El pacto a que llegaron la presidenta y el secretario general se mantienen prácticamente en su totalidad", ha asegurado Cervera, que ha reconocido que el debate del congreso ha obligado a modificar este punto sobre política municipal. En cualquier caso, la ponencia se ha aprobado con más del 90% de apoyos.
De hecho, la ponencia organizativa ha tenido que debatir 170 enmiendas del texto, algunas de las cuales intentaban corregir el reparto de funciones que el secretario general y la presidenta acordaron en Argelers. No obstante, ante la voluntad de Borràs y Turull de garantizar la cohesión interna, por la mañana las enmiendas se han ido descartando. Ninguna de ellas ha conseguido ni siquiera el apoyo suficiente para llegar al plenario.
Tensión entre sectores
Por la tarde, sin embargo, la situación se ha vuelto a tensar, se ha presentado una enmienda contradiciendo los acuerdos adoptados, se ha reabierto el debate y se ha tensado la discusión en torno a una enmienda que se oponía a que la coordinación de la política municipal quede en manos del secretario de organización, como se señala a la ponencia, y reclamaba que pasara en la secretaría general, como se habría acordado en Argelers, y como finalmente ha quedado aprobado.
Ha sido aquí donde el enfrentamiento ha sido abierto, incluso entre las redactoras de la ponencia Cervera y Aurora Madaula. Según fuentes de los asistentes, el secretario de organización habría acusado a la presidenta de la comisión de parcialidad.
Lawfare
Por otra parte, la comisión ha aprobado también no suspender de militancia a las personas a quienes se abra juicio oral o esten condenadas por corrupción en casos de lawfare. Se trata de una enmienda pensada en el caso de la presidenta del partido que tiene que hacer frente a un juicio en que la fiscalía pide 9 años de prisión por fragmentación de contratos a la Institució de las Lletres Catalanes.
"La condena con sentencia firme sobre algún delito de corrupción no se entenderá en los casos de lawfare que tendrá que valorar caso por caso la dirección del partido", ha explicado Cervera.