Clara Ponsatí, que tenía que comparecer en el Tribunal Supremo ante el juez Llarena este lunes, y finalmente lo plantó, ha reiterado que no se plantea no volver a Barcelona: "Ya vine cuando había una orden de detención". En una entrevista este martes en El món a Rac1, la eurodiputada ha explicado que esta semana la pasará en Bruselas y el fin de semana, en la Catalunya del Nord, pero ha asegurado que después volverá. El retorno de Ponsatí podría suponer su detención inmediata, si el juez Llarena reactiva la orden de detención contra ella.
Ponsatí ha afirmado que "me parece todo un poco surrealista", con relación a la "persecución del Supremo contra mí", aunque ha reconocido que ha bajado mucho con el cambio del Código Penal. "Tienen este tipo de obsesión con que vaya a Madrid a hablar con Llarena y yo no lo quiero hacer", ha insistido. En este sentido, ha defendido su inmunidad como eurodiputada, "estas órdenes de detención son ilegales", aunque ha lamentado que "ya hemos visto al Supremo haciendo cosas raras y seguiremos viéndolas".
"No les pondremos el trabajo fácil"
La respuesta de Llarena al plantón de Ponsatí ha sido dar 5 días para que presente el recurso de amparo con respecto a su inmunidad parlamentaria. Es la petición que la eurodiputada registró en el Parlamento Europeo, que derivó a la Comisión de Asuntos Jurídicos después de que los Mossos d'Esquadra la detuvieran hace un mes en Barcelona. Con respecto a este recurso, Ponsatí ha señalado que si, finalmente, la comisión propone que se mantenga el amparo, "sería muy fuerte que se me mantenga la orden de ir a declarar", aunque, la eurodiputada no confía mucho en esta comisión "porque ya sabemos quien la lidera, pero haremos lo posible para que los miembros de la comisión se posicionen correctamente, sin embargo, vaya, la mayoría está controlada por los eurodiputados españoles", además, ha hecho referencia a la presidencia que "está gobernada por el señor este de Ciudadanos".
En respuesta a ERC, que ayer la instaba a presentarse ante el Supremo para "hacer frente a Llarena", Clara Ponsatí ha remarcado que no piensa poner la cara "para que me abofeteen". En este sentido, ha reconocido que es consciente de que este juicio se acabe convirtiendo en una condena por desobediencia, pero no se lo pondremos fácil". Así pues, ha afirmado que se veía venir, que acabaría habiendo condenas; sin embargo, "los costes de la represión los tienen que pagar ellos y no nosotros". Al ser preguntada sobre cuánto tiempo cree que se puede dilatar este tira y afloja, ha indicado que no lo sabe "todo lo que sea utilizar la lógica para saber cómo acabará es absurdo". Sobre la posibilidad de presentarse a las próximas elecciones europeas, Ponsatí ha asegurado que no lo sabe, "no me dedico nada. Faltan muchos meses, no lo tengo ni reflexionado, ni decidido".
Suspensión del proceso judicial contra Ponsatí
El abogado de Clara Ponsatí, Gonzalo Boye, ha advertido al juez Pablo Llarena que una vez el Parlamento Europeo ha comunicado oficialmente que ha tramitado la petición de amparo que presentó la eurodiputada Clara Ponsatí a raíz de su detención en Barcelona, el procedimiento judicial contra ella se tiene que suspender hasta que la Eurocámara emita su opinión. Su defensa ha argumentado a través de un escrito presentado al Supremo que el 4 de abril, una semana después de la detención de la consellera, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, remitió comunicación oficial confirmando que había abierto el procedimiento de amparo y había enviado su petición al Comité de Asuntos Jurídicos, tal como había anunciado ante el pleno una semana antes.
La defensa de Ponsatí ha recurrido a una sentencia de la Gran Sala del Tribunal de Justicia de la UE del 2008 en que se apela a la "cooperación leal entre las instituciones comunitarias y las autoridades nacionales", especialmente cuando se trata de las autoridades judiciales. Así pues, Boye advierte que esta jurisprudencia obliga a Llarena a "suspender el procedimiento judicial", lo que representa "dejar sin efecto la citación" de este lunes, así como el resto de medidas restrictivas de los derechos de la eurodiputada.