La eurodiputada y consellera en el exilio, Clara Ponsatí, ha dejado clara su opinión sobre el retroceso del apoyo por el movimiento independentista. Ponsatí ha asegurado en una entrevista para el diario Ara que "no es serio" esperar que "bajo la amenaza de la violencia haya un 75% a favor de la independencia". "¿Cómo quieres que estemos más bajo la amenaza de la violencia? ¿A alguien le gusta tomar decisiones con la pistola en el cogote? Y los catalanes estamos con la pistola en el cogote", ha aseverado. La eurodiputada ha remarcado que el "combate" por la independencia tendrá "la amenaza de la violencia en frente hasta que se gane" y ha advertido que "si no estás dispuesto" a hacer frente a la "violencia del Estado, no digas que estás haciendo el combate por la independencia". Preguntada sobre como voz ahora el referéndum de independencia que la llevó al exilio, Ponsatí no ha hecho concesiones, y ha admitido que desearía "haber podido hacer más", aunque su papel fuera "secundario". También se ha mostrado crítica con los últimos desarrollos en el espacio soberanista y sus líderes. Para Ponsatí, es hora de pasar página y dar paso a una nueva era, y cree que ella y sus colegas de gobierno en el 2017 "difícilmente seremos protagonistas de otra etapa".

Autocrítica

Ponsatí, quizás la política del uno de octubre que se ha mostrado más exigente con el independentismo, ya dijo hace unos días que consideraba que la autodeterminación Catalunya era tan importante como para valer la vida de una persona, aunque no se mostró favorable a la violencia. En aquellas declaraciones, consideró "paternalista" que después del 1-O se dijera que no se sacaba adelante la independencia porque no podría haber muertos. Según ella, eso suponía decir que "no se hará nunca". Según su opinión, el movimiento tiene que hacer autocrítica y admitir donde falló para poder diseñar una nueva estrategia sin "autoengaño": "Si queremos avanzar hacia la independencia, tendremos que ser capaces de llamarnos la verdad, y ahora mismo a penas somos capaces. La respuesta que me llega desde la política cuando hago alguna crítica es el silencio, cuando hay suerte; cuando no, la descalificación absoluta", ha lamentado.

Movilizar el pueblo

Sobre la mesa de diálogo con el Gobierno, Ponsatí ha asegurado en la entrevista que ella no se sentaría hasta que no tuviera "cartas para negociar", en el marco de una estrategia clara. En este sentido, cree que la herramienta para presionar el Estado hasta este punto es "la movilización del pueblo de Catalunya", y también ha utilizado el término "insurrección civil". "Si apagas la movilización, no tienes herramientas y, por lo tanto, yo no me sentaría hasta que no viniera el señor Sánchez a pedirme que me sentara", ha remachado. Hoy por hoy, intentar arañar una conversación con el Estado únicamente ha provocado el "entierro del caso catalán en Europa" y la desmovilización del pueblo, ha opinado Ponsatí.