La decisión del president, Carles Puigdemont, de situar al conseller de Cultura, Santi Vila, como nuevo responsable del Departamento de Empresa y Conocimiento ha reforzado a uno de los dirigentes de máxima confianza del jefe del Ejecutivo pero también uno de los perfiles más heterodoxos del gabinete de JxSí.
Vila sí que forma parte del núcleo de máxima confianza del president al cual Baiget se quejaba en sus declaraciones en El Punt Avui que no tiene acceso todo el Govern. El president y el conseller de Cultura, los dos del PDeCAT, mantienen esta buena relación desde que el uno desarrollaba la actividad política en el Ayuntamiento de Girona y el otro en el de Figueres.
Puigdemont ha mantenido esta confianza a pesar de las tormentas que han levantado en diferentes ocasiones las declaraciones de Vila y, al mismo tiempo, el conseller ha dejado siempre claro su apoyo al president. Este mismo mediodía, en un acto en Tribuna Barcelona, el titular de Cultura ha expresado de nuevo la "fidelidad" al jefe del Ejecutivo y el compromiso con el referéndum.
Reforzar a Vila es por lo tanto reforzar este círculo de confianza más próximo y al mismo tiempo situar en el Departamento de Empresa un perfil político de corte liberal y de fácil contacto con los sectores empresariales de Catalunya.
El conseller, que aspira a convertirse en candidato del PDeCAT a la presidencia de la Generalitat, ha expresado repetidamente el rechazo al discurso más radical y al peso que ha conseguido la CUP en el actual contexto político.
A partir de mañana, Vila mantendrá al mismo tiempo la responsabilidad de Empresa y Conocimiento y la de Cultura, hasta que el president decida quién se encargará de este último departamento.
Vila, nacido en Granollers hace 44 años, llegó al Govern, proveniente de la alcaldía de Figueres, el año 2012 cuando asumió la conselleria de Territorio y Sostenibilidad.