Las portadas de este sábado son de dos tipos. Unas abren con el asesinato de Olivia y Anna, de seis y un año, a manos de su padre, Tomás Gimeno, de 37, que quería vengarse así de su pareja y madre de las niñas. Se llama violencia vicaria. Gimeno secuestró a las niñas, las sedó y encerró en bolsas de deporte, les ató el ancla de su bote y las dejó hundir en el mar, a un kilómetro de la costa del sur de Tenerife. Ayer encontraron el cuerpo de Olivia. De Anna y de su padre no se sabe nada. El Periódico, El País y El Mundo hacen de este desastre el título principal de su primera página. Del resto de diarios, algunos (La Vanguardia, El Punt Avui, La Razón) no lo tienen como tema principal, y dos (Ara y ABC) ni llevan el drama en portada. Puede servir como repertorio de diarios en función de la sensibilidad que manifiestan en este caso.
Si la más insensible es la de ABC —que abre tan pancho con los fuegos artificiales de la Eurocopa—, no sería exagerado adjudicar a La Razón la distinción a la portada más cruel y ventajista, porque utiliza el doble asesinato para cargar contra Irene Montero, la ministra de Igualdad, a causa de unas declaraciones rancias, tópicas y, sobre todo, irrelevantes, a la vista de la tragedia de estas dos niñas y de su madre. Para hacer eso hay que tener el corazón de hierro, el cerebro de hielo y una sensibilidad bárbara y extravagante. Más aún después de que se celebraran manifestaciones de duelo y protesta en casi todas las ciudades españolas.
Un vicario es la persona que asiste a alguien en sus funciones o que lo sustituye cuando conviene. En este caso, Gimeno instrumentalizó a los hijos como sustitutos de la madre, a quien quería causar dolor. El Código Penal español describe la violencia vicaria: "Toda conducta realizada de forma consciente para hacer daño a otra persona, ejerciéndose de forma secundaria contra la principal". El separado o separada se desquita contra la expareja, sobre la que no tiene ningún derecho, haciendo daño a los hijos, sobre los cuales sí que mantiene algún derecho (de visita, etcétera). El Periódico explica en portada que 40 menores han sido asesinados desde 2013 en España en este contexto. Tanto da la cifra. Es un horror. Hay que ser muy malaje para dejarse llevar por la propia paranoia ideológica y aprovecharse de una calamidad como esta para castigar al gobierno que te cae mal.