Que en Madrid no quieren ver la realitat no es nada nuevo. De hecho la esconden descaradamente. Muestras tenemos a montones y hoy no es una excepción. Jordi Sànchez no existe. No existe para la mayoría de diarios que se editan en Madrid. Ninguno recoge en su portada la rueda de prensa del candidato de JxCat desde la prisión de Soto del Real, con la única excepción de La Razón de Francisco Maruenda. Lo hace, y con un titular que pone énfasis en su puesta en escena: la gran bandera de España y un retrato del rey Felipe VI. Su indignante puesta en escena, hay que añadir. Un acto de campaña electoral donde el Estado ha aprovechado para hacer su propia campaña (sin pasado por cedazo de la Junta Electoral Central) y enviar un mensaje bien claro para que quede claro quién manda.

Sí que preocupa, y parece que muchíssimo, el debate electoral de los candidatos españoles. Una cuestión que se está convirtiendo en un culebrón que está desviando la atención sobre lo que tendría que ser central en una campaña electoral, que son las propuestas de los partidos. Pedro Sánchez, imponiendo el debate a RTVE el 23 de abril -el mismo día que se tiene que celebrar el de Atresmedia-, no ha hecho otra cosa que poner la televisión publica en el disparador de todas las fuerzas de la oposición. Incluso ha conseguido voltear la plantilla de RTVE. Una mala jugada del presidente español y candidato a la reelección, y de su comité de campaña, que juega en contra de la pretendida independencia del ente público de que tan se vanagloria Pedro Sánchez.

Un apunte. Sólo El Mundo ha comprado a la candidata de Ciutadans su numerito en Vic. En su primer acto de campaña en Catalunya, Inés Arrimadas ha buscado en la capital de Osona lo que Albert Rivera buscó en Errenteria: foto y regañada. Pues ya la tiene.