Traición consumada. Ahora que se conoce el contenido exacto del acuerdo del PSOE y ERC para la investidura de Pedro Sánchez, la caverna mediática madrileña ha cargado en tromba ante lo que consideran una traición en toda regla. Una traición porque en el folio y medio del acuerdo que ayer validó el consejo nacional de ERC no hay ninguna mención a la Constitución, la sacrosanta Carta Magna de la cual son los guardianes supremos.
"Referéndum sin Constitución", clama La Razón. En una portada al más puro estilo Marhuenda, faltando escandalosamente a la verdad, se presenta el acuerdo como la carta blanca para celebrar un referéndum de autodeterminación en el cual, atención, sólo podrán votar a los catalanes. Así presentan lo que denominan el pacto de la vergüenza.
También sale en defensa de la Carta Magna el monárquico ABC, que pone énfasis en el hecho de que el acuerdo permite la consulta, suplantando la Constitución. Quizás habría que explicar a los lectores de tan influyente diario que en todo momento se habla de actuar dentro de los límites del ordenamiento jurídico, y eso no quiere decir otra cosa que la Constitución. Una cosa diferente es como interpretarla, (o reformarla)..
También le escuece a El Mundo que no haya ninguna referencia a la Constitución en el texto acordado por socialistas y republicanos. El diario personaliza en el futuro presidente español la traición. "Sánchez acepta un referéndum en el cual sólo decidirán los catalanes". No esconde como le cuece la mesa de negociación entre gobiernos, "de igual a igual", dice. El País, como ya nos tiene acostumbrados, no entra al trapo contra el acuerdo, si bien no se le ve muy cómodo cuándo destaca que habrá "negociación sin vetos".
Otra lectura se hace desde la prensa editada en Barcelona, donde se destaca el hecho de que el president Quim Torra no ha dado el visto bueno al acuerdo, hecho que evidencia las diferencias que hay entre los socios del Gobierno. Con todo, La Vanguardia nos presenta al salvador Pedro Sánchez, que ha abierto la vía a una consulta para superar la crisis catalana. Por el contrario El Periódico pone el énfasis en las diferencias: "ERC apuntala a Sánchez sin el apoyo de Torra".
Una cuestión que pasa prácticamente desapercibida en las portadas es el pescozón en toda regla que ha vuelto a recibir el juez Llarena después de que la justicia belga haya suspendido la euroorden contra el president Carles Puigdemont y el conseller Antoni Comín. Discretos llamamientos y en algunos casos directamente ni eso (La Razón o El País). Sólo El Punt Avui y el Ara lo destacan, con fotografía y todo. El que para algunos es el enemigo público número 1 no merece su atención cuando se trata de dejar retratada a la justicia española.