Primer domingo de agosto lleno de entrevistas en la mayoría de portadas que podemos encontrar en el quiosco. A destacar una, la de la flamante candidata de Ciudadanos a la presidencia de la Generalitat, Lorena Roldán. La nueva líder de la formación naranja en Catalunya ha hecho una carrera fulgurante desde que Inés Arrimadas decidió dar el salto en Madrid, y no solo ha prosperado en Catalunya. Albert Rivera dio la sorpresa lunes nombrándola portavoz nacional del partido (otra vez sustituyendo Arrimadas).
Roldán, que en el 2013 participó en la Vía Catalana (presionada, dice) y meses después se afiliaba a Ciudadanos, lanza una advertencia desde La Vanguardia. "Si el independentismo no pide perdón, no puede haber diálogo". Ahora toca pedir perdón, hacer penitencia y abandonar la vía unilateral. Esta es la receta de la candidata del principal partido de la oposición, una clon de Arrimadas que no se salta ni una línea del argumentario que le viene dictado desde Madrid. De propuestas, ni una. Buena alumna que ha recibido premio.
Quien sí que ha dado un giro en su discurso ha sido el nuevo presidente de Sociedad Civil Catalana, Fernando Sánchez Costa, cuando ha asegurado que no se puede decir que no a dos millones de independentistas. Estas manifestaciones, razonadas, de Sánchez Costa han dejado muy preocupado en El Mundo que destaca en su portada que "Sociedad Civil Catalana hace guiños al independendisme".
Es tan grande lo que ha dicho Sánchez Costa que el rotativo le dedica la editorial asegurando que estas declaraciones han despertado "alarmantes dudas" sobre el futuro del movimiento cívico nacido ahora hace cinco años para luchar contra el procés y defender los principios sacrosantos de la Constitución. Sorpresa mayúscula, insisten, sobre este giro de Sociedad Civil, la entidad llamada a jugar un papel protagonista ante "el movimiento insurreccional" que se prevé una vez se conozca la sentencia del 1-O. Sánchez Costa ha hecho enfadar los suyos, a ver si también le exigirán que pida perdón.
Tampoco tiene que pedir perdón Pablo Casado, que en la opinión del secretario general del PP se ha ganado el derecho a romper con el pasado. Desde l'ABC, Teodoro García Egea evita referirse a los batacazos electorales sufridos por el partido y defiende el papel "aglutinador" de los populares en los pactos en los gobiernos autónomos de Murcia o Madrid, que contrapone a la investidura fallida de Pedro Sánchez. La derecha sí que sabe ir unida, no la izquierda. Y no pide perdón, aunque pacte con la extrema derecha de Vox.
