Cuando faltan días para el debate de investidura al Congreso de los Diputados, con el fiasco de Murcia y con la posibilidad de que se repita en Madrid, el diario de Marhuenda editorializa a toda portada sobre la actual situación política. "La política kamikaze", sentencia el rotativo. Recibe casi todo el mundo, pero especialmente Albert Rivera y Santiago Abascal, los chicos malos que mantienen bloqueados los gobiernos de Murcia y Madrid.
Recibe el líder de Ciudadanos, que está missing y solo sabemos que piensa a través tuits, a quien reprocha que quiera el apoyo de Vox pero sin que haya una foto (como pasó en la plaza Colón). También recibe el líder de la extrema derecha de Vox, por el victimismo del que hace gala, impidiendo acuerdos y allanando las opciones del PSOE. Quien se salva de todo este lío de los pactos es el PP de Pablo Casado, todo un ejemplo de "corrección política", según La Razón. Y como no podía ser de otra manera, no se libra de recibir a Pedro Sánchez, este por mantener bloqueadas las instituciones.
Al resto de rotativos de Madrid les preocupa más las negociaciones del PSOE y Podemos con la mirada puesta a la reunión que tienen que mantener hoy Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, y también, mira por dónde, en La Vanguardia, el único rotativo editado en Barcelona que no abre portada con la crisis no resuelta entre JxCat y ERC por la Diputació de Barcelona.
Y quien puede estar encantada es la portavoz nacional de Ciudadanos, que todavía saca provecho del Orgullo. Inés Arrimadas repite por segundo día consecutivo en el ABC, esta vez de rojo, para seguir cargando contra el ministro Grande-Marlaska y hacerse la víctima por el escrache que asegura sufrió el domingo. Un escrache que no existió según el informe policial sobre los hechos que publica El País, y que asegura que no hubo ningún acto de violencia física contra los manifestantes de Ciutadanos ni les tiraron ningún objeto peligroso. Eso sí, no siguieron las instrucciones de la policía. Todo por una foto. La foto que sí quieren los de Ciutadanos.