Las portadas de este jueves ocurren cuando una noticia notable llega a última hora y es complicado averiguar su alcance rápidamente. Pasó con el ataque de Yasin Kanza, de 25 años, en dos iglesias de Algeciras, donde mató a una persona e hirió a cuatro más antes de ser detenido. Por miedo a que sea alguna cosa más bestia de lo que es, los diarios, en sus versiones impresas, por poco que puedan, tienden a darlo grande. A veces aciertan y otras no tanto. En el caso que abre la mayoría de portadas de papel, el miércoles por la noche aun no se sabía a ciencia cierta si era un atentado yihadista o un pirado que ha escogido un objetivo fácil o ha actuado bajo la influencia de alguna paranoia. Lo sabrás a ciencia cierta esta mañana, de manera que las portadas impresas pronto quedarán superadas por la vida misma y te servirán de poco.
Estos días sirven también para comprobar la maña de cada diario para titular ofreciendo alguna cosa más, algún enfoque diferente, con afán de aplazar su caducidad. El ataque de Algeciras suscitaba una gran pregunta: ¿es un atentado cometido por algún militante islamista, alguno de esos lobos solitarios de los que se suele hablar? A los títulos tenía que figurar, como fuera, la palabra "terrorismo" o alguna derivada, como "yihadista".
Quizás El Periódico y Ara son los menos logrados. En su título principal no hay nada de eso y se repite la información básica que en teles, radios y digitales ya habían emitido o publicado el miércoles por la noche. El Mundo le da un toque xenófobo, porque evoca el terrorismo yihadista con una indicación geográfica, al identificar al autor como un magrebí. Además de impreciso —el Magreb es el área del norte de África que comprende Marruecos, Argelia y Túnez y, más ampliamente, también Libia, Mauritania y el Sáhara—, no hacía falta. Entre otros motivos porque diciendo que la Audiencia Nacional investiga el incidente ya queda claro que, de momento, se considera terrorismo. El País es quizás el diario más crack, porque con menos palabras que el resto te hace entender que ha habido muertos, que ha ocurridso en Algeciras y que podría ser un ataque yihadista.
Estos hechos de última hora y las inercias típicas de la prensa impresa han desplazado de abrir portada a otras dos alternativas: las huelgas de algunos servicios públicos —en él caso de los diarios de Barcelona- y la decisión de Berlin, tan esperada, de enviar y dejar enviar tanques Leopard en Ucrania. Alemania se suma así a los Estados Unidos y al Reino Unido, que ya habían decidido enviar sus carros de combate Abrams y Challenger, respectivamente. Igualmente, la huelga es el título principal de La Vanguardia y de El Punt Avui, mientras que las noticias sobre los tanques abren La Razón, hacen un buen papel —disculpa el pleonasmo— en las portadas de El País y El Mundo y se llevan discretamente en las portadas de El Periódico y La Vanguardia. Así que se produce este fenómeno, tan de diario de papel, que un día publicas en portada y a toda castaña la noticia de un problema o un conflicto y al día siguiente o el día que se resuelve el problema o conflicto, lo cuentas en un rincón.