El Mundo, La Razón y ABC parece que han vuelto a llamarse para pactar la portada. El diario ultra y el tabloide monárquico no sólo coinciden en el tema, cosa normal, sino en el enfoque tan retorcido, cosa más extraña: Pablo Iglesias apoya a Rusia para "denigrar la democracia española", según El Mundo, que cada día agota el catálogo de hipérboles, exageraciones y ditirambos y el día siguiente, ¡alehop!, halla otros más atrevidos. Es fantástico. Ambos diarios hacen grandes aspavientos (La Razón titula con más sobriedad) para acusar a Iglesias de estar a sueldo de Moscú porque ha dicho a Ara que "no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España cuando los líderes de los dos partidos que gobiernan Catalunya, están uno en prisión y otro en Bruselas".
La vicepresidenta española, Carmen Calvo, y la ministra de Exteriores, Arancha González, han protestado que aquellos hechos (Puigdemont en Bruselas y Junqueras en prisión) sí se corresponden a la "normalidad democrática", cosa que por esos mundos de Dios no se ve tan claro. Por ejemplo, ayer se supo que la fiscalía belga ha explicado al juez Pablo Llarena que no recurrió el rechazo a la extradición de Lluís Puig porque, a la vista de la actuación del Supremo, temían por los derechos fundamentales del conseller y eso sí que no.
De manera que la reacción de Calvo y González, en realidad, no hace más que confirmar lo que piensan los jueces y fiscales belgas... que es lo que dice el vicepresidente: hechos como aquellos no corresponden a la "normalidad democrática". Claro que las ministras lo llevan mal y también los diarios madrileños —y alguno de Barcelona, más por vergüenza que convencimiento. Primero porque no es agradable que te digan que tienes la casa sucia. Después porque lo dice Rusia, que no tiene autoridad moral alguna —aunque, aceptémoslo: los rusos saben mucho de presos políticos. También porque el proceso para aceptar una realidad fea se inicia con las fases de negación y de ira. Paciencia, pues.
Jaleo con la caja B del PP
A los tres diarios les conviene este jaleo, sin embargo, para disimular que esta semana arranca el juicio sobre la caja B del PP. Aunque parece —parece— que Luis Bárcenas ladra más que muerde, este asunto, políticamente, tiene muy mala pinta. Casado y la plana mayor del partido están paralizados y hace días que guardan un silencio, más que sepulcral, funerario. Ni pasan por Catalunya, donde los suyos se juegan no sólo que Vox haga el sorpasso, sino que los deje fuera del Parlament. Un par o tres más de pueblos donde acosen y expulsen al séquito electoral del partido neofranquista y ya está.
En los diarios hay diferencias, sin embargo. La Razón, muy rajoyista, y ABC, peleado con Vox, menosprecian las amenazas de Bárcenas y de su abogado: Tranquilos que no pasará nada, transmiten a sus lectores. El Mundo, en cambio, publica que el PP, ya presidido por Pablo Casado, ha contactado doce veces con un "enlace" de Bárcenas vía el actual consejero de Justicia de Madrid, el exjuez Enrique López, ese que dimitió del Constitucional porque lo pillaron conduciendo bebido. El diario lo presenta como una cosa sospechosa porque doce reuniones son muchas reuniones. Pero... a ver, tampoco dice de qué hablaron. Podría ser para pactar la omertà mafiosa entre unos y otros o para jugar al mus. No sabemos si era para bien, para mal, para jugar o para qué. En fin, que esta semana estaremos entretenidos.
Un apunte más sobre ABC. Se ve que Vox se enfadó el lunes al considerar que ese diario ponía en duda la persecución y martirio a que son sometidos en Catalunya. En represalia, Iván Espinosa de los Monteros, portavoz del grupo parlamentario de Vox, movió una campaña de cancelación de suscripciones al diario. El director de ABC, hecho un kingkong, escribió ayer un billete agresivo, retador y pendenciero, donde tilda al dirigente ultra de pijo maleducado, matón, acomplejado y etcétera. ¡Incluso lo compara con Pablo Iglesias! Hoy, sin embargo, el mismo director, en el mismo billete, afloja el tono, alaba a Santiago Abascal, afirma que comparte "no pocas convicciones de Vox", dice que no hay para tanto y que no era su intención. Además, la página dos, la segunda portada del diario, se titula tal como quería Espinosa de los Monteros —aunque sea una pieza indocumentada y sin comprobar. "Cuando levantas la frente, toro, todos saben quien manda..."
