Da pereza decirlo otra vez. Este jueves, el Estado español —o España, como más te guste— ha recibido una buena zurra allí donde duele: en medio del Estado de derecho. El Comité de de Derechos Humanos de la ONU (OHCHR, por sus siglas en inglés) ha amonestado a España por violar los derechos políticos de Carles Puigdemont tras las elecciones del 21-D de 2017, de las que salió diputado. El Comité ha admitido parte de la denuncia del president exiliado y confirma que el Estado atropelló el Pacto de derechos civiles y políticos de la ONU. Además, Suiza considera una "causa política" el proceso abierto por la Audiencia Nacional contra Tsunami Democràtic y se niega a facilitarle información porque en los hechos descritos por las autoridades españolas "no figura violencia criminal" que encaje en los delitos de terrorismo y organización criminal según el Código Penal suizo. Es la segunda vez que Suiza rechaza las solicitudes españolas en casos relacionados con el independentismo catalán.
Una vez más, cuando los tribunales de otros países examinan los procesos judiciales españoles relacionados con el referéndum del 1-O no encuentran nada de lo que ve el Estado español. Tanta coincidencia quizás tendría hacer sonar alguna alarma en los diarios, que para eso están. Quiá. Nada de todo eso —no es cualquier cosa— les ha llamado la atención ni aparece en las portadas de los diarios de Madrid y aun gracias que los dos diarios más vendidos de Catalunya —La Vanguardia y El Periódico— le dan un rincón en portada. El Punt Avui y Ara sí abren portada con el tema. La arbitrariedad de la justicia española con el independentismo se da por descontada en los diarios.
Es curioso. El jueves, El País publicaba como tema principal el informe sobre el cambio climático de la Organización Meteorológica Mundial de la ONU, de un nivel institucional igual o inferior al Comité de Derechos Humanos de la misma ONU. Es decir, el diario se da cuenta de la repercusión diplomática del dictamen del OHCHR pero está más interesado por el clima que por los derechos humanos.