La operación Valls ha sido el fiasco político más contundente de los últimos meses. Defenestrado políticamente en Francia, este barcelonés de Horta parece que solo se ha satisfecho a sí mismo –los 20.000 euros mensuales le deben haber ido bastante bien–, pero ha decepcionado al resto del mundo, incluso a los del Círculo Ecuestre, que se han tenido que tragar a Colau como el mal menor ante la posibilidad de que Barcelona tuviera un alcalde independentista.
Ayer mismo Inés Arrimadas se tragó un marrón y se desdijo de lo que dijo anteayer y, con la vehemencia vacua que caracteriza el partido de Albert Rivera, anunció que Ciudadanos rompe con Manuel Valls, una escisión que la prensa editada en Madrid no ha querido vender como el fracaso final de una operación frustrada sino como una muestra de garantía españolista. Y es que Valls está ya muy cerca de convertirse en un peligroso independentista, y eso que el hombre negó el apretón de manos al president de la Generalitat y su discurso es más jacobino que el de Josep Borrell.
Quien triunfa en la teorización de este giro político es El Mundo, que dedica su principal titular a explicar que "Rivera rompe con Valls tras colgar Colau el lazo amarillo". Vaya, que casi es el propio Valls quien ha salido al balcón a colgar el símbolo solidario con los presos políticos y los exiliados, un hecho que quizás haya sido el detonante de la escisión en el grupo Valls-Ciudadanos en la casa gran, pero que sobre todo ha ido bastante bien para dotar de coartada a la dirección de Cs, que ha tomado una decisión que ni doce horas antes había negado, y eso que un subtítulo aclara que "Cs considera que su candidato [Valls] ha sido un "fiasco" y sus tres ediles formarán grupo propio en el Consistorio" y añadiendo que "su apoyo a la alcaldesa de Barcelona, que ha vuelto a alinearse con los separatistas, ha precipitado la ruptura".
Sobre el mismo tema también incide La Razón, que va un poco más allá y asegura que "Rivera rompe con Valls y le deja vía libre para un nuevo partido". Al menos aclara que esta nueva formación será "de corte liberal y antiindependentista", vaya, como Ciudadanos, ¿verdad?.
A su vez, El País insiste en que "Ciudadanos rompe con Valls por su apoyo a Colau añadiendo que el ex-primer ministro francés se reafirma en una decisión que 'frustró el acceso del independentismo a Barcelona'". El caso es que nadie parece plantearse que si Valls no hubiera regalado tres votos a la líder de Barcelona en Comú ahora el alcalde sería el independentista Ernest Maragall. Vaya, que al fin y al cabo parece una componenda para parar a ERC y de rebote encontrar una explicación mínimamente razonada para justificar el desencanto con la operación Valls.
Hablando de desencantos, atención en la portada de ABC que, sorprendentemente, renuncia a la foto del rey Felipe disfrazado para recibir la Orden de la Jarretera, la máxima distinción del Reino Unido, para ofrecer un tema que parece ocultar intereses inconfesables: "España, en el corazón del gran avión de combate europeo". Que el ABC evite sacar al rey –no creemos que sea por exceso de sentido del ridículo– y se dedique a hablar bien del Gobierno en funciones hace fruncir el ceño a más de uno. Quizás la explicación de todo radica en el editorial, destacado en portada y titulado "La rentabilidad de invertir en defensa".
Con respecto a los diarios editados en Barcelona, los titulares sobre el divorcio Rivera-Valls son los siguientes: El Periódico: "Rivera se atrinchera y corta con Valls en Barcelona"; La Vanguardia: "La ruptura de Rivera con Valls añade presión a Ciudadanos"; Ara: "Ciudadanos rompe con Valls por su apoyo a Colau" y El Punt Avui, "Cs rompe con Valls por su apoyo a Colau".