Todas las portadas llevan hoy los cambios en el Consejo de Ministros. El más impenetrable y embrollado es el de El Periódico, que dice que Miquel Iceta llega "para gestionar la cogobernanza" y lo quiere explicar en el subtítulo: su "misión" es "conciliar con Catalunya". Caray. Parece escrito en un código secreto que sólo entienden los iniciados, los gurús del marketing y los seguidores de Ibai Llanos. Es verdad que no es el tema principal de portada, dedicada a la esperanza de un nuevo antiviral potentísimo hecho en Galicia que ya funciona en ratones. Ara sí abre con el nombramiento ministerial del primer secretario del PSC y dice que Pedro Sánchez le entrega "la carpeta catalana", que es como llaman ahora a lo que siempre se había denominado "la cuestión catalana". Ya sabes, nada cambia si no cambia nada —es broma eh, que nadie se enfade.
Para los que conocen el percal y se dedican al noble arte de comentar portadas activa o pasivamente, la llegada de Miquel Iceta a Madrid genera grandes expectativas. Enormes. No para ver cómo gestiona la cogobernanza y concilia con Catalunya —que también, sea lo que sea eso— sino porque la derecha impresa madrileña no sabe la que le viene encima. Hoy ABC ya suelta la pierna y avisa a sus lectores que España está "en plena crisis independentista" y que quedará en manos del PSC, con un deje de horror, como el mayordomo que anuncia a los marqueses que la heredera ha huido con el mozo del establo. Deja ahí la foto de Iceta, para que quede claro quién hay en la diana.
La Vanguardia, El Punt Avui y El País hacen una presentación más bien administrativa de la minicrisis de gobierno. Intentan echar una pizca de sal, pero meh. El diario de los Godó rebaja el alcance de la cosa y el diario madrileño también, aunque habla de "futuro bajo presión", que es una figura retórica para emocionar en el lector con nada. El uno y el otro hacen lo imposible por no decir que Illa se marcha en un momento durísimo de la tercera oleada de la pandemia, quizás igual que los diarios que promueven ac Iceta como una especie de ministro-esperanza para Catalunya. A El Punt Avui se lo ve enfadado con la campaña de vacunación, que va "a paso de tortuga", dice.
El Mundo no abre con la cosa ministerial. Titula con una de sus manías: la Moncloa quiere cambiar el modo de nombrar a los miembros del Poder Judicial (CGPJ). Como todo el mundo sabe —también El Mundo, que ya no engaña a nadie— los escogen los partidos políticos pero de manera tan hábil que parece que lo hagan los mismos jueces. El gobierno español ya se dio un calambrazo hace unos meses en Bruselas intentando reducir las mayorías parlamentarias para nombrar al CGPJ, cacicada de la que se han olvidado, parece. En realidad, el gobierno español quiere cambiar la ley para evitar que el Poder Judicial en funciones haga nombramientos, como ocurre desde hace dos años, que es cuando caducó su mandato. Ese diario quiere dar gato por liebre diciendo el nombre de la Comisión Europea en vano.