Ucrania se prepara para lo peor, dice el título de la fotonoticia de portada de La Vanguardia. Otros diarios llevan en portada el llamamiento a la evacuación del jefe de las guerrillas prorrusas del Donbás. Rusia ya ha decidido invadir Ucrania, según los servicios de inteligencia de los Estados Unidos. Europa prepara sanciones por si ese es el caso. Rusia da pasos hacia la agresión militar a su vecino. El ruido de sables aumenta. Estamos en 2022, en Europa, y es muy real la posibilidad que un autócrata como Vladímir Putin utilice la guerra para hacer política. Una guerra es el fracaso de todo y pasa una factura muy alta de muerte y destrucción. Las portadas, sin embargo, se abren con la crisis del Partido Popular —excepto la de El Punt Avui, que titula con el nivel de inglés de los catalanes (sic)—. ¿No es para echarse a llorar? Ana Palacio, exministra de Exteriores española entre 2002 y 2004, escribe hoy sábado en El Mundo que "la UE camina sonámbula", en un estado pareciendo al de comienzos del siglo XX, preludio de la Primera Guerra Mundial, y echa mano de The Sleepwalkers (Los sonámbulos), libro donde Christopher Clark detalla los malentendidos y los desacuerdos que desembocaron en guerra. ¿Esas portadas, no están también en estado de somnolencia, no son parte del ambiente de confusión y despiste provincianos? Al lado de lo que pasa y de lo que se prepara en Europa Oriental, la crisis del PP es de una dimensión enclenque y miserable: dos gallitos —Pablo Casado, Isabel Díaz Ayuso— y sus cortesanos se disputan el mando del partido arrojándose barro uno a otro a propósito de un presunto tráfico de influencias en el suministro de material sanitario, mal fiscalizado en el caos del inicio de la pandemia. Poco nos pasa.

Hablemos de lo que hablan los diarios, pues. La mayoría, de Barcelona o Madrid, escogen como título principal el hecho de que Alberto Núñez Feijóo, presidente de Galicia y principal mandamás del PP fuera de Madrid, haya pedido a Casado, presidente del partido, que resuelva la crisis directa y rápidamente o convoque un congreso extraordinario. Señalan también un chivo expiatorio de todo el alboroto si Casado decide salvarse: Teodoro García Egea, secretario general y factótum del aparato del partido o "Génova", por el nombre de la calle donde el PP tiene su sede central. Egea es el que más ha hablado y, como dicen, por la boca muere el pez. La Vanguardia, El País, El Periódico, La Razón y ABC van hoy de la manita en esta presentación de la confusión de los populares. En cambio, Ara carga contra Casado de la misma manera que El Mundo levanta la bandera de Ayuso. El diario barcelonés dice que el presidente del partido aprieta a la presidenta de la región. El diario madrileño dice que Ayuso ha probado falsas las acusaciones de Casado. Son dos titulares que interpretan la situación muy por encima de las posibilidades de la información conocida. Han pesado más las ganas que el hambre. Sea como sea, todos los focos mediáticos apuntan a Pablo Casado, que hasta ahora había utilizado como cortafuegos a García Egea, a quien la cabeza huele a pólvora, mal dotado para la diplomacia y el juego que reclama una eliminatoria de pierna fuerte como esta, con los dos equipos muy calientes sobre el campo.

La Vanguardia

El Periódico

El País

ABC

La Razón

El Punto Hoy