Ni uno de los diarios del Trío de la Bencina lleva en portada que Jordi Cuixart ya ha recurrido su condena al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Su caso es el que presenta con más claridad la injusticia de la sentencia sobre el 1-O. Tampoco dicen nada El País, La Vanguardia y El Periódico, que en este punto se comportan como los otros tres diarios madrileños, uno porque lo es y los otros porque tal. Son muy dueños, claro. Pero después que nadie se asuste. Ara y El Punt Avui lo llevan bien grande. Nada relacionado con este caso cogerá a sus lectores por sorpresa. El Punt abre, sin embargo, con la rebaja del 40% de los másters universitarios, que vendría a ser como si te regalaran el último año de carrera, para hacértela corta. No está mal.

Enlazando con este asunto universitario, una cosita interesante en La Vanguardia (El País también lo lleva, pero pequeñito) levantará los ánimos de los que todavía creen lo de la decadencia de Catalunya. La empresa catalana Wallbox, fabricante de cargadores de vehículos eléctricos, es ya un unicornio, como llaman a las startups valoradas por la bolsa en más de mil millones de dólares. En España hay dos empresas así, Glovo y Cabify. Se calcula que Wallbox levantarà cerca de 1.400 millones de dólares el otoño que viene, al salir a la bolsa de Nueva York. Los propietarios, Enric Asunción y Eduard Castañeda, han dicho que de Barcelona no se mueven. Enhorabuena y adelante. De la decadencia ya hablaremos otro día.

Cositas

Casi no hay nada en las portadas de hoy. Sólo cositas. Los del Trío de la Bencina están horrorizados, indignados y ofendidos por los indultos que el gobierno español dice que quiere conceder a los presos políticos catalanes. Hace días que han activado todos los mecanismos para hacer saber las perfidias y traiciones de Pedro Sánchez, que este jueves incluyen desprestigiar a los compañeros de coalición del PSOE (de eso se ocupa ABC y, secundariamente, El Mundo); denigrar al Ejecutivo a propósito de la gestión de la pandemia (trabajo que hace El Mundo, a quien no falta razón en este caso), y presentar al PP como fuerza victoriosa y salvadora, etcétera, tarea que hoy toca a La Razón, que lo explica a costa de la quiebra de Ciudadanos por toda España.

El Mundo se escandaliza porque una dirección general que dependía del Departament d'Economia sigue dependiendo del Departament d'Economia, pero como es la que decide cómo se gasta la publicidad oficial, se le supone perfidia, malignidad y ruindad. A ver, alguien tiene que encargarse, ¿no? Este diario y La Razón también celebran el retorno de Plácido Domingo a los escenarios españoles. Hacía un año y medio y varios escándalos y descalabros que el tenor residente en las Américas no cantaba en su país. Parece que no puede cantar en otro sitio. Nada. Cositas.