La mayoría de las portadas abre con el debate en el Senado del martes, aunque parece que hablen de dos acontecimientos diferentes según la portada: cada diario lo explica de tal manera que parece que ha estado en un lugar diferente al resto o en un debate alternativo, pero no en el que se celebró ayer en la Cámara Alta. Según el Trío de la Bencina (El Mundo, ABC, La Razón), el bravísimo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, salió del debate reforzado, confirmado y ungido como líder de la oposición a pesar de los pérfidos ataques del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El Mundo calcula que Sánchez empleó 47 minutos en apalear a Feijóo en lugar de "hablar de la inflación". El debate tenía que ser sobre política energética en tiempo de guerra y etcétera, pero al tabloide ultra qué le explicas si le va mejor poner "inflación" en el título, que es más corto y la gente lo entiende mejor, cómo queriendo decir mira qué malote Sánchez, aprovecharse de que no tiene límite de tiempo para clavar una buena paliza al pobre Feijóo, llegado de buena fe a discutir de la inflación a Sánchez lo ha agarrado desprevenido al cambiar de tema. ABC hace una cosa parecida y acusa al presidente del Gobierno de cargar contra los poderes fácticos para desviar la atención de su gobernanza, como en la película Wag the Dog, en que el presidente del país monta una guerra para distraer a los ciudadanos de sus desbarajustes. La Razón es todavía más enfático —y por lo tanto muy cómico— al tildar de "ataque feroz" el discurso de Sánchez. ¿Qué quieren? ¿Que tire flores mientras canta rondallas? Es un debate, no un concurso de coplas.
Es cómica la condescendencia con que los diarios protegen a Feijóo de sí mismo. A ver, periodistas del Trío de la Bencina, por favor, ¿no podéis ir llorados de casa al Senado? Porque hoy día la cosa parlamentaria consiste justamente en eso, al dejar al adversario como un trapo y "fabricar relato (o narrativa) propio". Claro que es un espectáculo triste, penoso y mediocre. Pero es lo que se nos da y el periodismo está para explicarlo, no para proteger al político que nos cae bien de las palizas del contrario. Vaya, hasta ahora estaba así —quizás en Madrid han cambiado el oficio, no se puede saber. En fin. La impresión que da es que Feijóo es un pobre chico en lo que hay que proteger de los hervías que lo asedian, como un bebé o un mermado.
Después viene el grupo de diarios muy y más gubernamentales (La Vanguardia, El Periódico, Ara, El País), las portadas de los cuales consideran que Pedro Sánchez se pulió a Alberto Núñez Feijóo. El País hace un título combativo con un juego de palabras de la jerga parlamentaria: Sánchez "lanza una enmienda a la totalidad" sobre Feijóo. Lo ves ¿verdad? Es eso de "la enmienda a la totalidad". Qué sutil. Hahaha. La Vanguardia y El Periódico apelan a los manidos y atléticos "sale en tromba" y "pasa al ataque" para describir el comportamiento presidencial. Pues muy bien. Genial. Eso sí, ninguno de los diarios, ninguno, explica de qué hablaron, si hicieron propuestas nuevas (se ve que sí), si se gastarán más dinero o menos, si hay alternativas al plan del gobierno español, etcétera. Eso tan típico del periodismo, vaya.