Juan Carlos I transfirió 64,8 millones de euros a Corinna Larsen en 2012 "no para deshacerse del dinero", sino "por gratitud y por amor", y asegurar "mi futuro y el de mis hijos", según informa El País, que transcribe la declaración judicial de la mujer al fiscal suizo Yves Bertossa, que investiga un delito de blanqueo de capitales agravado en relación a comisiones procedentes de Arabia Saudí, Kuwait y Baréin. Otro motivo, según "la amiga especial" de Juan Carlos I, era que el emérito "todavía tenía la esperanza de recuperarme". Dante Canónica, el abogado de la fundación panameña Lucum, a través de la cual cobraba Juan Carlos I, confirmó al fiscal la versión de Corinna.
Es como un déjà-vu. El amor ya fue evocado por la defensa de la infanta Cristina para justificar que ella desconociera qué hacía Iñaki Urdangarin, su marido. Cristina de Borbón siempre actuó por "fe en el matrimonio y amor a su marido, [en quien] confía, ha confiado y confiará contra viento y marea", dijo el abogado.
En la crónica de El País, escrita como caminando sobre hielo delgado, Corinna cuenta una historia de amor ( "la esperanza de recuperarme", etcétera) y muchas de las curiosas operaciones se presentan como préstamos del emérito o regalos graciosos de su majestad. Se deja caer el motivo de esa generosidad magnífica de más de 60 millones ( "mi futuro y el de mis hijos") y al mismo tiempo se dice sin decir que aquí hay una relación que va más allá de una amistad —a Corinna siempre se le llama "amiga" del Rey— con resultados más allá de la relación. Por lo menos, de una relación de amistad.
¿Quién ha podido ser la fuente? El diario es impreciso. Una posibilidad —y no la más extraña— es la Fiscalía anticorrupción del Tribunal Supremo, que se sumó a la investigación suiza del caso cuando la aireó el diario Tribune de Genève y de aquí al mundo. Es curioso que la Fiscalía sí considere al emérito investigable y los letrados y la mayoría del Congreso no. Como decía por aquí Jordi Barbeta, la intervención de la Fiscalía sólo se entiende como una maniobra para conocer la investigación y poder defender más que acusar.
En este contexto, la filtración tiene el beneficio de enmarcar los manejos de la Corona en un relato de amor, amistad, regalos y tradiciones, cosas que caen fuera del código penal —ya se sabe, estos Borbones ...— y quizás permiten al emérito "hacer un Cristina". A ella le cayó una multa y a su marido cinco años y diez meses de prisión. De hecho, Corinna explica así las comisiones pérsicas: "No me explicaron la razón de esta donación [de 64,8 millones], pero es práctica corriente entre reyes, concretamente en Oriente Medio". También era "práctica corriente" entre reyes el derecho de pernada, para entendernos.
El diario madrileño no recuerda todos estos episodios paralelos, pero sí se asegura de apostillar en el cuarto párrafo que el gestor del rey emérito en este trasiego de capitales, Arturo Fasana, "también está relacionado con la familia Pujol Ferrusola y con la trama Gürtel", que esos sí son malos y corruptos.
Pero no hagas caso de esta observación malévola, peccata minuta al lado de la información jugosa, detallada y extensa sobre el laberíntico entramado societario del emérito, sus gastos (entre otros, ayuda a Corinna a comprar una casa en Londres de 5,6 millones más 4 millones en reformas) y las relaciones peligrosas de la monarquía española con los tiranos petroleros del Golfo Pérsico y... de Marruecos.
El País escribe con guantes de seda —a saber cuánta gente del diario lo habrá leído antes— pero un castañazo informativo de este calibre es difícil de esquivar. Veremos qué hacen el resto de diarios mañana y, sobre todo, cuál es la reacción de la familia real, el gobierno español, los partidos. Hace semanas que se hacen el sordo pero hoy se ha complicado mucho mantenerse en posición de circulen, no pasa nada. Encima, se publica en medio de la tournée española de Felipe VI y Letizia y entre el ruido de la querella de Òmnium.
¿Por qué en el título ponen "Larsen" y no "Corinna", como la conoce todo el mundo? Pues porque es más corto. No le busques tres pies al gato. "Corinna" hace saltar una línea el titular y su libro de estilo lo desaconseja.
Al lado de esta exclusiva, el resto de portadas quedan como de serie B. Algunas lo son realmente, como la de La Razón que entrevista otra vez a la presidenta de Madrid, Isabel Ayuso (por favor, qué foto espantosa) y titula por nosequé de Ciudadanos y no por los más de 6.000 muertos en las residencias de mayores. También de esa categoría es la de El Mundo, que hurga en las conversaciones internas de los dirigentes de Podemos, filtradas por quien puede hacerlo. Son de un interés bajo cero. Si el titular ese de la película es la parte más jugosa de las conversaciones, imagínate cuán irrelevante será el resto del material.
Tiene gracia la portada de El Periódico por un motivo... medio retorcido. Entrevistan a Iniesta (¡bravo!) y en la ilustración de portada lo pintan con el 6 de La Roja. Se entiende que es una entrevista que circula por el resto de los diarios del grupo Prensa Ibérica y, por tanto, el debate sobre si le pintamos el 6 o el 8 (su dorsal en el Barça) debió morir enseguida. Tiene lógica, claro. Pero deja un regusto agridulce, un malestar difícil de escribir —lo captas perfectamente— sobre cómo se traslada esta actitud a otras informaciones y si afecta a la mirada del diario. En fin, un lío, las cosas de la vida, manías, etcétera, ya nos entendemos.
Hoy es el día de las portadas ilustradas. El dibujo de El Periódico es simple, esmerado —incluso el 6 sigue la tipografía de la camiseta de la selección española del 2010— y compone muy bien la portada. El Punt Avui también ilumina su primera con una ilustración muy barcelonera. ABC hace uno de esos fotomontajes que le gustan. Funciona, acompaña. El Mundo lleva dos ilustraciones de calidad. Pero ni una sola de ests figuras, ni todas juntas, superan la ilustración que Mari Fouz ha hecho en la portada de Ara. Un festival, una joya, un triunfo.