Las portadas de hoy vienen como las del día siguiente al gordo de Navidad o a la final de la Champions, pero con el desconfinamiento. Todo el mundo sabe qué pasará pero le gusta ver el marcador, la clasificación, los puntos, el medallero. Estos últimos días han sido una gran votación de Eurovisión, un largo minuto de juego y resultado, con su angustia impostada y esos nervios que provoca la esperanza de quien entiende qué no le irá bien pero piensa que aun tiene una oportunidad, que hay un resquicio, que puede sonar la flauta y cambiar su suerte.
El panorama de las portadas es un poco triste. Este espectáculo de qué territorio supera la Fase Cero, esta especie de concurso sociosanitario entre autonomías —Operación Pandemia, MasterVirus, Los Juegos del Desconfinamiento...—, disimula asuntos más decisivos.
La ciudadanía ha estado encerrada dos meses, restringidos sus derechos básicos, sin muchas explicaciones. A los incumplidores se les ha aplicado la "ley mordaza", que permite sancionar la desobediencia o la negativa a identificarse con multas de entre 601 y 30.000 euros. Sólo en el País Valencià —para no hablar de Catalunya, que no se diga—, desde el 15 de marzo, primer día del estado de alarma, se han cursado unas 110.000 denuncias, cien veces más que en todo 2018. Aquel año fueron 954 multas, que aportaron 593.683 euros a erario público, unos 600 euros por sanción. Si se mantiene esta proporción, los dos últimos meses de multas generarán un ingreso de 66 millones en castigos —atención, sólo en el País Valencià. De todo esto, en las portadas, ni mu desde hace días.
Otro asunto del que hace rato las portadas no se ocupan: los tests. El confinamiento es el único remedio para reducir los contagios y aliviar al sistema sanitario mientras no hay datos sobre ni remedio farmacológico a la pandemia. El remedio tardará. Pero los datos provienen de los tests. De hecho, los territorios que entren en Fase 1, según el plan oficial, tendrían que rastrear a quienes están/han estado en contacto con un positivo y ponerlos en cuarentena. "La única autoridad competente" no ha dicho cómo pondrá en marcha el mecanismo de rastreo. ¿Realmente se hacen tests? Las portadas no dicen nada.
Todo eso sin mencionar la crisis económica y social que seguirá a la sanitaria. España lo tiene complicado. De eso habla el director a el editorial. Léelo aquí (si quieres).
Dentro de diez o quince días entramos en la ronda de clasificación para la Fase 2, además de la emocionante repesca de los territorios que no han avanzado a la Fase 1. ¡Sigan concursando!