Hay mar de fondo en el PP. La Razón fabrica su portada con un tema muy suyo al promocionar al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, como alternativa a Pablo Casado. Es un asunto que colea desde hace meses, con algún momento estelar, como el Foro Atlántico de La Toja, donde Feijóo lució de estadista. Para el kommentariat conservador civilizado —una faja bien estrecha de terreno— Feijóo es alguien que puede guiar al PP fuera del callejón sin salida donde le dejó Rajoy y en el que Casado no ha hecho más que adentrarse, devorado entre Ciudadanos y Vox. Al mismo tiempo, Feijóo también es el hombre que se borró de la contienda por la presidencia de los populares que acabaron jugándose Casado, Sáenz de Santamaría y Cospedal. ¿Ahora va en serio o sólo es un bluff de La Razón, diario rajoyista por excelencia?
Hay que sumar a este cañonazo de La Razón un tiro de El Mundo: el PP vasco desafía a Pablo Casado amparándose Alfonso Alonso, exministro de Rajoy y defensor, como Feijóo, del llamado "giro al centro" (¡no te rías!). Ahora aspira a presidir el partido en Euskadi. El Mundo presenta la cosa con un deje de disgusto. Buena señal. Ese diario nunca ha digerido bien eso del "giro al centro" (¡que no te rías!) y ha hecho de motor mediático incansable de los pactos de la triple derecha o trifachito —cómo hoy mismo en la pieza de opinión que destaca en portada.
Para acabar el repaso de las convulsiones internas en el PP, El País explica que los sectores hípernacionalistas —Cayetana Álvarez de Toledo en medio de todas y todos— se las tienen tiesas con los peperos moderados. La causa es el rescate como asesores y etcétera de algunos camaradas del aznarismo. La semana pasada fue Miguel Ángel Rodríguez y ahora son Gabriel Elorriaga, Pilar Marcos y Alfredo Tímermans, viejos factótums de la FAES. Atención al PP, que no estaba muerto, que no, que no.
Mobile y mediador
¿Matará el coronavirus al Mobile de este año? A este paso, la enfermedad matarà más fuera que dentro de China, el país donde se ha originado, que oficialmente cuenta un millar de muertos. El caso es que Amazon se ha añadido a Huawei, Nvidia y Ericsson, empresas que no vendrán a Barcelona por miedo a que sus delegados se contagien del virus. A estas alturas, la noticia deja de ser qué firmas acudirán al Mobile. Interesa más saber qué demonios hará la organización de la feria para pasar este aprieto. Los diarios no saben nada.
Por otra parte, si lo que dice El Mundo es cierto —que el gobierno español promueve al arzobispo de Barcelona como presidente de la Conferencia Episcopal Española—, es una señal clara de que la Moncloa tiene interés real en abordar el problema catalán (o español). El arzobispo medió, sort of, entre Puigdemont, Junqueras y Rajoy los días previos al 1-O. Es el hombre del papa Francisco en España —ya lo explicamos por aquí— y la tradición vaticana de mediación en enredos y alborotos embrollados lleva ya unos quince siglos. Se dan buena mano. ¿Será Joan Josep Omella el mediador escondido en la manga? Quis scit?